Una mujer murió atacada por un oso cautivo de 160 kilos (350 libras) mientras limpiaba la jaula del animal ante la aterrada miradas de sus hijos, informaron las autoridades el lunes.

El marido de la víctima se dedicaba a comprar y vender animales exóticos en el noreste de Pensilvania y trabajaba con una licencia que había expirado, dijo un funcionario de la Comisión de Caza del estado.

Kelly Ann Walz, de 37 años, murió de forma inmediata tras el ataque, dijo Tom Conway, un supervisor de educación de la comisión.

Walz se dirigió a la jaula de más de 16 metros cuadrados el domingo por la tarde y lanzó comida de perro en una esquina para distraer al animal mientras ella limpiaba el otro lado de la jaula, dijo Conway.

En un momento dado, el oso volteó y la atacó. Sus hijos y los hijos de sus vecinos vieron el ataque y pidieron ayuda.

El vecino de Walz disparó y mató al animal mientras éste se encontraba encima de ella, dijo Conway. "El por qué esta mujer decidió colocarse en la misma zona que el oso es algo que nunca entenderé. Es un error fatal'', dijo. "Estos no son animales domesticados, son animales salvajes'', agregó.

Los dueños de animales salvajes suelen tener jaulas con dos secciones y pueden aislar al animal en una de ellas mientras ellos limpian la sección que ha quedado vacía. La licencia de Michael Walz para mantener y vender animales exóticos expiró en junio de 2008, dijo Conway. Walz, quien tenia permiso desde 1994, reportó en 2007 que tenía un león, un puma, un jaguar, un tigre, un oso, un leopardo y dos servales (un felino africano) en una propiedad en las montañas Pocono, a unos 30 kilómetros (20 millas) de Allentown.

AP