Nuestro país se caracteriza por múltiples cualidades; podríamos decir que es rico y fecundo y bien dicen que bendecido por Dios, pero habitado por argentinos. Y parece que la historia reafirma esta aseveración. Somos aparentemente muy capaces, inteligentes y defensores de las injusticias, pero cuando estamos juntos actuamos socialmente en forma equivocada.

Evidentemente en estos 200 años la historia nos marcó de tal manera que no podemos aprender de nuestro pasado. Como dice la canción, "veo al futuro repetir el pasado"... repetición que sumada a un pseudoprogresismo nos termina conduciendo a una sociedad en la que parece que está todo bien.

Entonces, como está todo bien, todo puede ser permeable, autorizable o permitido. A medida que nos adentramos en esta sentencia, todo parece ser demasiado lógico; parece que tendría que ser tomado como natural y, por supuesto, no objetado.

Y así llegamos a escuchar, legislar, dictaminar y legitimar hechos o acciones que, a pesar de que pertenecen a la esfera de los derechos personalísimos, alteran el normal impulso de la sociedad y los derechos de los demás.

Basándonos en la libertad de elegir, que es el verdadero libre albedrío, arribamos a que tengo todo el derecho a consumir alcohol, si yo quiero; tengo todo el derecho fumar, si yo quiero; tengo el derecho de drogarme, si yo quiero, y nadie puede decirme nada ya que yo puedo elegir qué hacer con mi cuerpo. ¿Y sabe una cosa? Es todo casi cierto, y digo "casi cierto" porque no existe libertad sin responsabilidad. Esa responsabilidad hace que el hombre libre actúe correctamente, pero para actuar correctamente tiene que tener lo que se llama "libertad psicológica", que es lo que determina al individuo a ser y decidir ser persona. Aquel que elige la droga tiene toda la libertad de hacerlo pero pierde su libertad psicológica, ya que es un esclavo de la misma y pierde esa responsabilidad indispensable para sí y para los demás.

Parece "que está todo bien" y no es cierto. Y no se trata de ser anti-progresista; no seamos ingenuos, no está todo bien... nosotros lo vemos cuando los atendemos en el hospital y escuchamos a la familia que nos dice: "Por favor, hagan algo para salvarlo" o cuando las víctimas de aquellos que eligieron libremente sufren las consecuencias del accionar de un alcoholizado o de un individuo drogado.

No está todo bien; si como sociedad decidimos acceder a la libertad individual tenemos que ser responsables pero todos, y no caer en resoluciones que pueden ser todo lo valederas que quieran pero que como sociedad no estamos en condiciones de manejar; resoluciones extemporáneas, sin prever dónde, quiénes y cómo vamos a atender a quienes perdieron su libertad psicológica e intentan salir desesperadamente.

No quiero a los enfermos en la cárcel, porque no es el lugar de su recuperación, pero hagamos algo para salvarlos porque todos somos responsables.

Rubén Adolfo Mombru

DNI 13.821.932

Cipolletti