El presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales del Senado, Nicolás Fernández, aseguró a "Río Negro" que "el 99% del bloque" del Frente para la Victoria, considera que la ley de medios debe aprobarse como está pues -resaltó- "lo importante es terminar con el monopolio".

Afiebrado y con dolor de garganta, el santacruceño de estirpe K, calificó de "débil" a la oposición: "no se materializó la traición de Jenefes y eso la irritó".

Desafiante con el grupo Clarín, sentenció: "la lucha es por definir quien impone la agenda, ¿los sectores vulnerables de la sociedad o los medios de prensa?".

-Finalmente, el dictamen sobre la ley de medios se aprobó en comisiones sin tocar una coma. De estar complacidos con el debate, los senadores de la oposición se fueron descorazonados. Dijeron que se trató de una pantomima y que el gobierno marcha a dominar a los medios de comunicación ¿Es así?

-Fuimos absolutamente contemplativos y generosos. Cedimos en la interpretación reglamentaria y convocamos a distintas expresiones de la sociedad. Pero el debate por las formas tenía un límite. Había que llevar el tema al recinto. La oposición centró su estrategia en que (Guillermo) Jenefes no firmara el dictamen de la mayoría. Esa especulación desnudo su debilidad: no se materializó la traición de Jenefes al proyecto que integra, aunque expresó sus disidencias en particular, y eso la irritó.

-¿No faltó voluntad para alcanzar más consensos?

-Se cede para obtener un resultado común. Se aceptaron cambios en diputados y a lo largo y a lo ancho del país se escucharon voces en favor de una ley más plural, de orden constitucional y administrativo. Del otro lado, hubo argumentos empresariales que pretendieron minimizar los efectos desconcentradores, con fuerte contenido federal. Esta no es una ley K. Tiene su origen en distintas iniciativas y más de 100 modificaciones en Diputados.

-¿No se violan derechos de propiedad?

-Centran el ataque en el plazo para desinvertir, que es de un año. Pero no existe el derecho de propiedad, se trata de un permiso de concesión que es regulado por el Estado Nacional. Ese contrato administrativo no genera un derecho de propiedad. Entonces se les cae el argumento. Especulan con que dentro de 3 o 4 años el gobierno será distinto y que la desinversión no se efectuará. Pretenden que la ley no se efectivice y se convierten en representantes de intereses empresariales. Cómo pueden decir que esta ley es autoritaria, si se alcanzó con el consenso de universidades y sindicatos y los articuladores de los 21 puntos de una radiodifusión democrática, que están pidiendo a los gritos que se vote.

-Con respecto al órgano de aplicación...

-...Se integrará con representantes de la primera, segunda y tercera minorías parlamentarias, con dos designados por el poder ejecutivo, y los restantes por el consejo federal y la defensoría del pueblo. Muchos radicales han presentado proyectos que coinciden con el nuestro, salvo pequeñas variaciones, y duermen en comisiones. No existe ley más federal que la nuestra, desde el extremo norte, al extremo sur del país: el interior consume hoy el 83% de lo que se emite desde la capital federal.

-Insisto ¿no se podía haber flexibilizado un poco el proyecto en aras de una mayor concordia?

-En este momento, lo importante es terminar con el monopolio: hoy 4 empresas son dueñas del 83 por ciento del contenido de la radio y la televisión de la Argentina. La lucha es por determinar quien impone la agenda: ¿los sectores vulnerables de la sociedad o los medios de prensa? Creemos que las prioridades deben ser marcadas por la política y no por los medios.

ARNALDO PAGANETTI
(ABA)