Lunes 05 de Octubre de 2009 Edicion impresa pag. 18 > Internacionales
Irán: ¿nueva actitud o dilación en el tema nuclear?
La Agencia nuclear de la ONU dijo que el país permitirá inspeccionar su planta el 25. También informará sobre el transporte de uranio. Expertos son cautos y piden vigilar.

TEHERÁN / HAMBURGO.- Hasta hace pocos días nadie lo habría imaginado: Algo se mueve en las negociaciones sobre el programa nuclear iraní, que desde hace tiempo están estancadas. El régimen ultraconservador que dirige el líder supremo de la república islámica, el ayatollah Ali Khamenei, y su protegido, el presidente Mahmoud Ahmadinejad, muestra repentinamente una disposición al compromiso. 

“Gracias a la adecuada cooperación entre Irán y la (Agencia Internacional de Energía Atómica) AIEA ya no hay más ambigüedad (en el programa nuclear)”, anun-ció ayer Ahmadinejad tras un encuentro que mantuvo en Teherán con el director de la AIEA, Mohammed El-Baradei. Irán permitirá ya el próximo 25 de octubre que los inspectores de la AIEA visiten su nueva planta nuclear cerca de la ciudad santa de Qom, que avivó en muchos países el miedo a la bomba atómica iraní.

Seis días antes, el gobierno de Teherán ofrecerá detalles sobre un transporte al extranjero de uranio pobremente enriquecido desde su instalación primigenia en Natanz. Con ello Teherán considera que cumple con los requisitos. Hace un par de días Ahmadinejad profetizó que todavía quedaba un largo camino que recorrer para que, tras décadas de enemistad con Occidente, hubiese de nuevo confianza.

Lo que sí ha conseguido por ahora Teherán es evitar un endurecimiento de las sanciones, ya que el presidente de EE.UU., Barack Obama, había puesto fines de septiembre como plazo si Irán no cedía. Tras 14 meses de estancamiento, el jueves los enviados de Teherán a Ginebra volvieron a sentarse en una misma mesa con las potencias mundiales.

“Parece que todos, especialmente Irán y Estados Unidos, han superado el impasse, a pesar de que lo que se ha conseguido hasta ahora es como máximo una cuestión puntual positiva, pero de ninguna manera un avance”, dijo un diplomático en Teherán.

En su opinión, las concesiones son sólo un primer paso. La renuncia al enriquecimiento de uranio que exige al país el Consejo de Seguridad de la ONU sigue siendo impensable a ojos de Teherán. “En ello insiste Irán”, dijo el negociador jefe Said Yalili.

La inspección de las nuevas instalaciones se habría dado más pronto o más tarde, consideran los observadores. Otro paso de Irán para la generación de confianza sería, según El-Baradei, que Teherán aplicase el protocolo adicional sobre no proliferación de armas nucleares y permitiera que se intensificaran las inspecciones de la AIEA: “Eso podría conducir a una reconciliación (con Occidente)”, dijo. Pese a todo, impera el escepticismo. La consistencia de las promesas de Teherán está por demostrarse. “Prevalece lo que dijo Obama a principios de año: a finales de año sabremos hasta qué punto Irán está realmente dispuesto a aclarar las cosas”, estimó un experto.

 

Farshid Motahari y Jörg Fischer

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