La mexicana Guadalupe Rivera Marín, hija del célebre muralista y artista plástico Diego Rivera, reiteró que su padre le terminaba los cuadros a Frida Kahlo, en una conferencia en el Auditorio del Malba. 

 "No todos los cuadros ¡eh! Los malos, no", aclaró entre risas del público, la hija del emblemático artista, nacida en 1924, fruto de su relación con Guadalupe Marín, presidenta de la Fundación Diego Rivera de México y ex senadora y diputada por el PRI, quien llegó para brindar una charla sobre la vida y obra de su padre.

"Yo vivía con ellos... Ya me causó un problema en México el haber dicho eso pero yo no miento. A las pruebas me remito. Si alguien intenta hacer un estudio de técnicas (en las pinturas) que lo haga y veremos quién tenía razón", desafió esta mujer que compartió techo, en la Casa Azul de Coyoacán, con la pareja más famosa y polémica del arte mexicano. 

 La charla comenzó puntual, luego de que Rivera Marín realizara una recorrida por el museo de arte latinoamericano, en el que calificó de "sorpresa extraordinaria" el hecho de haber descubierto en sus pasillos el cuadro "Retrato de Ramón Gómez de la Serna" (1915), que su padre pintó en homenaje al escritor español siguiendo los lineamientos del cubismo. 

 En ese entonces, "Rivera vivía en París -contó su hija- y se hace amigo de Picasso y Braque. Entonces, llegan Siqueiros, Guzmán y otros mexicanos y le cuentan lo que está ocurriendo en su país con la revolución y la organización de los ejércitos populares. Entonces Rivera empieza a pintar un cubismo innovador, un cubismo de América, con objetos muy mexicanos".

Luego, "Gómez de la Serna invita a Rivera Madrid -prosiguió- y coloca el cuadro en su galería que estaba por inaugurar. El día de su apertura, llega la gente y se indigna, porque `cómo podía ser ese el retrato de un intelectual` y apedrean la galería, rompen los cristales, llega la policía... En fin, esta es la historia del cuadro que me sorprendió ver hoy aquí", apuntó.

 Con las anécdotas de su padre frescas y siempre a mano, Rivera Marín se refirió a los varios murales que su padre pintó en Estados Unidos, entre ellos el que le encargó el magnate Rockefeller para el edificio que lleva su nombre y que luego mandó a destruir cuando el artista decidió retratarlo junto a la figura de Lenin. 

 Rivera Marín contó también que, tal como se pueden ver en sus murales, "tuvo desde niño inquietud por las maquinarias. Le gustaba ir a las estaciones del `trenecito` que unía Guanajuato con Celaya, tanto que los maquinistas le pusieron de apodo `el ingeniero`", contó.

 Entre otras anécdotas, Rivera Marín se refirió a la gran amistad de su padre con el poeta chileno Pablo Neruda para quien pintó la contraportada de uno de sus libros, "Canto general" y también que conoció a Ernesto Che Guevara y Fidel Castro cuando viajaron a México, según relató la visitante. 

 Celebrado como uno de los más importantes artistas mexicanos y reconocido militante del Partido Comunista Mexicano, Rivera (1886-1957) se hizo famoso por plasmar obras de alto contenido social en edificios públicos, con permanentes tributos a las culturas prehispánicas y a las tradiciones populares de su país.

Durante su conferencia, su hija proyectó una serie de diapositivas sobre murales de su padre y señaló que él "hubiese querido que no fuésemos pueblos aislados. Que América sea un continente tan unido y glorioso como fue la cultura prehispánica, que reconociéramos nuestras raíces. Todos nuestros países estamos dando pasos hacia eso", opinó.