TEGUCIGALPA (AFP/DPA) - El depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, demandó al gobierno de facto que levante el estado de excepción y el cerco militar a la embajada de Brasil, donde se refugia, para iniciar un diálogo.
También advirtió que sólo reconocerá el resultado de las elecciones previstas para el 29 de noviembre si antes fuera repuesto en su cargo. Agregó que si, en cambio, los comicios fueran celebrados bajo las condiciones de la "dictadura", las consideraría como un fraude.
"Un 90% ya está resuelto" para el inicio de las pláticas con Micheletti, pero "si el 10% restante fuera el obstáculo habría que tener confianza en los mecanismos de la comunidad internacional, para que siga presionando", declaró Zelaya a la AFP en una entrevista telefónica.
El gobernante depuesto dijo que para iniciar un diálogo "sincero" con el gobierno de facto, que encabeza Roberto Micheletti, éste debe cumplir cuatro demandas esenciales.
Una de ellas es "que se derogue el decreto que suprime las garantías constitucionales" de locomoción, organización, reunión y libertad de expresión, emitido hace una semana por el régimen. Otra condición es que devuelva a sus dueños las frecuencias de radio Globo y canal 36 de televisión, los únicos dos medios que mantenían una clara posición contra el golpe de estado del 28 de junio, clausurados por el gobierno el lunes anterior.
Las otras dos exigencias, dijo Zelaya, es que "se retire el cerco militar a la embajada donde nos tienen recluidos como en un campo de concentración, y que se nos permita escoger a las personas de nuestro equipo que participarían en el diálogo, aquí no han permitido que ingrese uno solo de los miembros de mi gabinete".
El depuesto gobernante, que regresó del exilio en forma subrepticia el 21 de setiembre y se refugió en la embajada de Brasil en Tegucigalpa, donde permanece acompañado por unos 60 colaboradores y periodistas.
El miércoles, una misión de diez cancilleres de la Organización de Estados Americanos (OEA), encabezada por su secretario general José Miguel Insulza, realizará una segunda visita a Honduras desde que estalló la crisis, con el propósito de facilitar un diálogo y propiciar la restauración del estado de derecho. El depuesto mandatario manifestó que existe una agenda de tres puntos para el inicio de las pláticas, y "el primero es la aceptación o no" del plan del presidente de Costa Rica Oscar Arias que establece la restitución de Zelaya. "Ese es un punto que hasta el momento ha entrabado la posibilidad de un acuerdo, pero precisamente de lo que se trata es de generar condiciones que permitan resolver esas divergencias que todavía persisten", dijo Víctor Rico, secretario de Asuntos Políticos de la OEA.