INDONESIA.- Mientas miles de personas permanecen desaparecidas desde mediados de la semana pasada, nuevos deslizamientos de tierra provocados por un "coletazo" del terremoto en el oeste de Indonesia arrasaron por lo menos tres aldeas completas, enterrando vivas bajo toneladas de lodo y escombros unas 650 personas.
La gravedad del terremoto ocurrido el miércoles pasado, que tuvo una magnitud de 7,6 grados, queda cada vez más evidenciada con el paso de las horas en la costa occidental de la isla indonesia de Sumatra y en toda la zona de influencia, donde nuevas víctimas fatales, evacuados y damnificados se suman a cada minuto.
De confirmarse la cifra de las personas arrasadas por el alud de ayer, el total de muertos alcanzaría las más de 1.300 personas. La cifra actual reconocida por el gobierno es de 715 muertos, con la mayoría de los fallecimientos en la ciudad más grande de la región, Padang, donde se han enfocado los esfuerzos de ayuda nacional e internacional.
Entre 3.000 y 4.000 desaparecidos había el sábado, antes de que conociera la noticia sobre los poblados arrasados por el alud por los desprendimientos de tierra.
Algunas de las víctimas, estiman los expertos, podrían estar sepultadas a unos 30 metros de profundidad.
Como agravante de la situación, las ruinas de cientos de casas cuelgan precariamente de los borde de una enorme grieta entre campos de arroz y bosque. Los caminos han desaparecido en buena parte del territorio.