Era uno de esos empates clavados en Sarandí. El partido era opaco, para el olvido. Pero Arsenal le tenía preparada una sorpresa final a Rosario Central, aprovechó su oportunidad y se quedó con un premio excesivo.
Franco Jara, el mejor jugador del conjunto del Viaducto, selló el triunfo por 1-0 a sólo 4´ para el final y castigó a un elenco rosarino que desperdició un par de ocasiones claras en el primer tiempo para luego bajar notoriamente su rendimiento y desperdiciar una inmejorable oportunidad de salir del descenso directo.
Dentro de una discreta primera mitad, el Canaya mereció mejor suerte simplemente porque generó las situaciones más claras. Porque ninguno mostró mayor lucidez; abundaron los pelotazos y se jugó poco con pelota a ras.
El que primero inquietó fue Arsenal, con un tiro libre de Javier Yacuzzi rechazado por Jorge Broun al córner a los 2´. Después, por media hora, fue casi todo del conjunto rosarino, que manejó mejor la pelota a través del trabajo de Milton Zárate y el juvenil Jonathan Gómez, quien desniveló por derecha continuamente. Y el visitante empezó a llegar.
A los 25´ Zárate sacó un pelotazo desde atrás de mitad de cancha y dejó solo a Emilio Zelaya frente a Cristian Campestrini, pero el delantero no pudo dominar bien el balón y perdió en el mano a mano con el arquero. Cuatro minutos más tarde Diego Braghieri conectó de cabeza un córner ejecutado desde la derecha y el esférico pegó en el travesaño.
Hasta entonces Central había sido más, pero en el final de la etapa reaccionó el local y pudo haber abierto el marcador a través de Cristian Álvarez, quien recibió libre por derecha y remató de zurda apenas desviado.
Si la primera etapa fue discreta, la segunda fue decididamente mala. A medida que pasaba el tiempo, las imprecisiones fueron en aumento. Parecía que el empate estaba firmado, pero a cuatro del final apareció Jara y, con un gran cabezazo, le dio la segunda victoria del campeonato a Arsenal.
Si ganaba, Central tenía la chance de salir del descenso directo. Racing, quien lo antecede en la tabla de la salvación, todavía respira ya que aún conserva las dos unidades de ventaja sobre el Canaya.