SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El intendente Marcelo Cascón anunció ayer la decisión de "fortalecer las áreas de control y fiscalización" del municipio mediante movimientos internos de personal que, en contrapartida, permitirán revertir la actual sobredimensión del aparato administrativo.
El proyecto del intendente es designar no menos de 30 nuevos inspectores de tránsito y otros 30 agentes en Inspección General, que se ocupa de controlar comercios, cartelería y venta ambulante, entre otros rubros. También espera reforzar el cuerpo de inspectores de Hacienda, Obras Particulares y el personal asignado a Defensa Civil. En total serían no menos de 100 los empleados municipales que cambiarán de función, sobre un total de 1.600 que integran la planta.
El proyecto de presupuesto 2010 presentado esta semana señala como una distorsión a corregir que el sector administrativo concentra actualmente el 65% de los empleados, mientras que sólo el 35% cumple tareas de servicios o "de calle".
En cuanto a las remuneraciones, la diferencia es más acentuada: los primeros demandan el 73% de la masa salarial total del municipio mientras que el resto se reparte el otro 27%.
Cascón dijo que la prioridad será revertir ese esquema y dotar al municipio de una mayor capacidad de fiscalización. No quiso admitir abiertamente que hoy exista personal "de sobre" en alguna de las áreas no esenciales y sólo aclaró que las transferencias serán compensadas en forma interna, sin resentir ninguna oficina.
El presupuesto para el año próximo que presentó el Ejecutivo exhibe un déficit de 16 millones de pesos, aun cuando los ingresos de propia jurisdicción aumentarían alrededor del 15%.
Cascón dijo que la búsqueda de auxilio financiero para cubrir el desfase "es una alternativa" disponible, siempre que el área de Economía entregue los balances atrasados, correspondientes al 2007 y 2008.
Sin esos instrumentos aprobados por el Tribunal de Contralor y el Concejo Municipal es imposible que el municipio postule a crédito alguno.
Cascón dijo que el presupuesto 2010 "por primera vez" asume con realismo que el municipio opera con déficit y destacó que el proyecto "no plantee una expectativa desmedida" en materia de ingresos.
Justamente ese criterio se ubica en las antípodas del que siguió el mismo gobierno hace un año atrás, cuando envió al Deliberante un presupuesto 2009 con un pronóstico de recaudación sobreestimado en varios millones que no tardó en quedar en ridículo.
Cascón aceptó que el cumplimiento de sólo el 32% que registra la tasa de Servicios es insostenible en el tiempo. También hizo hincapié en que la economía formal de Bariloche -tal como lo reveló este diario en un informe publicado el último 9 de agosto- acumula un volumen de negocios declarados de 3 mil millones de pesos anuales, de los cuales el municipio capta mediante tributos apenas el 0,45%.
Entre la batería de medidas que propone el gobierno para mejorar los ingresos aparece la creación de una Agencia de Recaudación (al estilo de Rentas o la AFIP), un plan de ejecución de morosos mediante un nuevo régimen funcional de la Asesoría Letrada y la sanción de la ordenanza de Plusvalía Inmobiliaria, que impulsa el concejal del ARI Darío Duch.
