SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El proyecto Dos Valles sumó tantas adhesiones como críticas durante la audiencia pública realizada para definir el otorgamiento de parámetros urbanísticos a esa parcela de la Pampa de Huenuleo que carece de indicadores para la aprobación de loteos y obras.
Tanto sólo 35 de los 65 oradores inscriptos expusieron sus inquietudes en el encuentro presidido por el secretario de Gobierno, Jorge Franchini.
En la audiencia participó buena parte del gabinete y unos pocos concejales, pese a que el Deliberante tendrá la responsabilidad de decidir si aprueba o no la "consulta preliminar". Sólo los ediles Silvia Paz (FG) y Hugo Cejas (SUR) presenciaron todo el debate al que se sumó sobre la marcha Darío Duch (ARI) y sobre el final Claudio Otano (UCR) y Daniel Pardo (PPR).
La adaptación de la controvertida propuesta original a las exigencias planteadas durante su tratamiento en el rango III del Código de Planeamiento exhibió un enriquecimiento del proyecto y una mejor viabilidad viabilidad.
La subdivisión propuesta proyecta unos 700 lotes sobre una superficie de 1.400 m2 dentro del área cerrada, destinada a familias de clase media-alta, y 75 lotes en el fraccionamiento abierto que antecede al área cercada. El proyecto, que será el primer barrio cerrado del Alto con una inversión inicial de 10.000.000 de dólares, está emplazado en la zona más pobre de la ciudad.
Entre las principales preocupaciones planteadas en oposición al proyecto se destacó el temor a la incidencia negativa de la urbanización sobre la cuenca del arroyo Ñireco y la confrontación de clases que puede generar la instalación de un barrio cerrado entre los asentamientos más precarios de la ciudad.
Una de las dicotomías más sólidas planteadas durante el debate fue, precisamente, la interpretación del "club de campo" como un divisor de clases y barrios contra la definición de Dos Valles como "motor de desarrollo social, convivencia y cooperación mutua" destacada por el apoderado del emprendimiento, Sergio Mendiburu, que contó con la adhesión de muchos vecinos.
En contrapartida el cura Ángel Tissot advirtió que brindar servicios no resuelve "la situación estructural de la pobreza que no es un tema de la agenda de los ricos" y las soluciones tienen que volver a generarse en el Estado.
"De la inseguridad de los ricos se habla mucho pero de la inseguridad de lo pobres se dice poco, no se habla de la inseguridad alimentaria, la inseguridad laboral, de medio ambiente y de vivienda", recordó.
La mayoría de las expresiones de adhesión y apoyo al proyecto provinieron de los vecinos que se verán beneficiados con las "externalidades" del emprendimiento -obras de infraestructura pera Pilar I y II- y las cooperativas de viviendas que accederán a la reserva fiscal cedida al banco de Tierras.
Gran parte de los adeptos y los opositores lamentaron la confrontación que generó el proyecto entre los vecinos del lugar y coincidieron en atribuir la fuerte postergación que sufre ese sector a la histórica "ausencia del Estado".