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Fue un replay | ||
Como en la ida, Vélez se repuso y salió airoso. Caruso saltó del banco y le dio la clasificación. | ||
La Unión Española, con el roquense Gustavo Canales como gran figura, padeció la jerarquía de Vélez, que como la semana en Liniers supo dar vuelta un resultado adverso, empató el partido (2-2) y pasó a los cuartos de final de la Sudamericana, donde se medirá con la Liga de Quito (ver página 40). Hubo dos partidos bien marcados, porque los primeros 45 minutos fueron todos del local, que se fue al descanso arriba 2-0, con goles de Ampuero y Canales. Pero en la segunda parte, como sucedió en Buenos Aires, se metió muy atrás y Vélez se lo empató. Igual que en la ida, que ganó El Fortín 3-2 sobre el final cuando perdía 2-1, ofrecieron un partido bárbaro, con muchas llegadas, toques, buenas jugadas y errores defensivos. En ese ida y vuelta, Canales tuvo dos situaciones claras antes de los 10: un mal disparo de Cordero que no alcanzó a empujar y un centro de Estévez al que llegó tarde. Vélez se expuso mucho y lo pagó caro. El primer golpe local cayó a los 10, cuando Canales condujo, hubo un rebote y Jorge Ampuero le rompió el arco a Montoya. Desde ahí se floreó La Unión. Sobre los 40 el roquense, gran figura, le puso el moño a una bella jugada con un cabezazo tan estético como preciso. A la vuelta de los vestuarios El Fortín salió como un león herido y descontó a los 2 con Leandro Caruso, que había ingresado por Moralez. El local sintió el impacto y en diez minutos el equipo de Gareca tuvo dos chances más para igualar el juego. Vélez ensanchó la cancha, lanzó a sus volantes en ataque, los laterales comenzaron a desprenderse y los centros a caer en el área chilena. La Unión Española se desdibujó y sólo Canales fue consecuente con lo hecho en el primer tiempo. Vélez acorraló a su rival y el partido se jugó en el borde del área chilena. El arquero Limenza le ahogó el grito de gol a Caruso sobre los 22 y descolgó un centro atrás del otro. Esa actitud le costó caro al local porque a los 38 cayó otro corner, Caruso volvió a surgir goleador, como lo había hecho Roly Zárate en la ida, y Vélez respiró. Después, Montoya se ocupó de asegurar el pase. | ||
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