Amazon.com aceptó no volver a retirar sin permiso libros electrónicos de los aparatos de lectura Kindle de sus usuarios en Estados Unidos, como parte de un arreglo propuesto para resolver la demanda de un estudiante de secundaria a quien el sitio de ventas en internet le borró una novela de George Orwell.
Justin D. Gawronski, un estudiante de 17 años del pueblo de Shelby, en Michigan, demandó a Amazon luego de que en julio la empresa borró las copias de los libros de Orwell "1984'' y "Rebelión en la granja'' que numerosos clientes tenían en sus Kindles.
La demanda de Gawronski aseguró que al ser borrado "1984'' de su Kindle, los apuntes que había tomado en el aparato se volvieron inservibles. El joven leía el libro para un curso en que tenía que escribir sus reflexiones sobre cada una de las 100 páginas del texto.
La demanda buscaba convertirse en una acción colectiva y exigía resarcimiento por daños y la prohibición de volver a borrar libros. Amazon dijo que los libros habían sido agregados a su catálogo de ventas por alguien que no tenía los derechos para hacerlo y reembolsó el dinero a los compradores. Su director general Jeff Bezos se disculpó posteriormente con los irritados clientes.
En septiembre, la compañía ofreció volver a transmitir los libros gratis a quienes los habían perdido, junto con cualquier apunte que hubieran hecho, o darles a los clientes afectados un cheque o crédito en la tienda electrónica.
En el acuerdo, presentado a fines de la semana pasada en la Corte Federal del Distrito de Seattle, Amazon aceptó que no volverá a borrar libros en forma remota de los Kindles de sus clientes en Estados Unidos a menos que éstos estén de acuerdo, no hayan pagado por un libro o pidan la devolución de su dinero.
Amazon también podrá borrar o modificar un libro electrónico si necesita proteger a los clientes, la operación del Kindle o la red inalámbrica con la que funcionan los aparatos -por ejemplo, de un virus informático-, o si es para cumplir una orden judicial. La empresa también aceptó pagar 150.000 dólares en costos legales, que serán donados a grupos de beneficencia. Aún falta que un juez apruebe el acuerdo.
AP