Los desfiles de moda femenina primavera-verano 2010 comenzaron en París con colecciones que recuerdan los años '60 destacando siluetas fluidas en tonos neutrales o metálicos brillantes, volúmenes geométricos de colores alegres y hombros poco marcados. Anne-Valérie Hash, que recibió en la intimidad de su local, recurrió a materias muy técnicas para un vestuario poético de bolero con aspecto de papel arrugado sobre una combinación-pantalón muy flexible, blusas irisadas color de luna y chaquetas cortas en la espalda.
También propuso una chilaba color antracita con zapatos deportivos. La mujer que sugiere Hash para 2010 es una deportiva serena que lleva pantalones flexibles de cintura elástica, o pantalones cortos acompañados de una camisa blanca transparente. "Pensamos que esta colección debe ser comercial, vendible y accesible", explicó Anne-Valérie Hash. "Debe salir a la calle, pero al mismo tiempo hacer soñar", agregó. "Hay muchas materias técnicas, para mí innovar era algo importante" en este sector, añadió.
La creadora utilizó textiles de "poliéster cubiertos de sprays de metal" color plata o bronce, "el tejido más liviano del mundo". Otra materia técnica formada por dos capas de algodón que aprisionan una hoja de aluminio le dan un aspecto de papel arrugado. "Me divertí mucho", confesó sonriendo. También reinaba el buen humor en Karim Bonnet, el modisto bretón de la marca Impasse de la Défense, con una colección colocada bajo el signo de los años 60 en sutil homenaje a uno de los creadores más conocidos de la época, Paco Rabanne.
"Me dejé seducir por los encantos del pasado" y Paco Rabanne "es un amigo", indicó este admirador de los años '60. El también jugó con las materias, y no temió incrustar afiches de las revistas de moda en sus coloridos vestidos. En los dorados y las pinturas del Tren Azul, un célebre restaurante de la estación de tren parisina Gare de Lyon, sus mujeres se deslizan lánguidamente, con vestidos multicolores cortos o de aspecto de papel aluminio sobre leggings de color vivo, o con largos vestidos adornados de collages de papel sobre los cuales se han pintado dibujos o inscripciones.
Otros vestidos se engalanan de fotografías de rostros o de desnudos, cuadrados metálicos o pastillas de plástico en homenaje a Paco Rabanne. El belga Tim Van Steenberge presentó vestidos fluidos drapeados sobre el hombro o formando flores y faldas con cierres visibles en la cintura para suavizar un plisado. El talle siempre es fino y la paleta es de colores pálidos.
Limi Yamamoto, la hija del creador japonés Yohji Yamamoto, dio la prioridad a la amplitud con un vestuario blanco y negro para su marca Limi Feu. Se destacan las camisas blancas amplias, con grandes mangas abiertas, y los vestidos que caen desde el pecho como un paraguas abierto. Militantes de la Fundación Brigitte Bardot aprovecharon la ocasión de la semana de la moda para hacer campaña contra la utilización de las pieles en esta industria, distribuyendo octavillas en la entrada de los desfiles. "Un animal muere cada segundo en el mundo a causa de la moda", afirmó una portavoz de esta fundación.