La guerra íntima entre el gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, y su esposa, Sandra Mendoza, sumó otro capítulo ayer cuando el mandatario le prohibió la entrada a la Casa de Gobierno a su mujer. Así lo confirmó el ministro de Gobierno provincial, Juan Manuel Pedrini, quien confirmó que Mendoza, tiene la entrada vedada a la Casa de Gobierno provincial, luego que el miércoles su marido la echara de su cargo en el Ministerio de Salud. Pero eso no es todo: Capitanich no sólo le prohibió a su esposa la entrada a la Casa de Gobierno, sino que también le pidió el divorcio, según un comunicado de prensa oficial.
En declaraciones a radio Continental, Pedrini negó que Mendoza sea una persona violenta y dijo "tiene sus principios".
La temperamental mujer se enfrentó el miércoles a la policía durante la violenta represión en la plaza principal de Resistencia, lo que hizo que su esposo la echara. "Es una ciudadana como cualquiera, tiene derecho a hacer las manifestaciones políticas que crea conveniente", manifestó.
Expresó que los efectivos "protegieron" a la esposa del gobernador y negó que esta les haya pegado, aunque admitió que "pudo haberlos empujado".
La esposa del gobernador manifestó ayer a los medios que no le consta "para nada" que su esposo "haya iniciado los trámites de divorcio".
Mendoza había protagonizado otros incidentes en el ámbito gubernamental, como cuando el 26 de febrero, cuando era ministra de Salud, chocó su camioneta contra una pared y otros vehículos en el estacionamiento de la Casa de Gobierno tras una discusión.
El gobernador Capitanich se encontraba ayer en Capital, donde disertó en el plenario del Senado que debate la Ley de Medios, pero instruyó que su esposa no pise las dependencia del Ejecutivo provincial.
(DyN y Télam)