El ex presidente Menem, el ex juez federal Juan José Galeano y el ex titular de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) Hugo Anzorreguy quedaron ayer procesados por el encubrimiento del atentado contra la AMIA, ya que la Justicia entendió que habrían desviado la investigación cuando las pruebas apuntaban a la llamada "pista siria".
La medida fue dispuesta por el juez federal Ariel Lijo, quien también procesó al ex jefe de Antiterrorismo de Federal Jorge "Fino" Palacios, al ex integrante de la SIDE Juan Anchezar, al ex comisario de la Federal Carlos Castañeda y a Munir Menem, embajador y asesor presidencial de su hermano Carlos.
Se trata de la causa que investiga las irregularidades descubiertas en el juicio oral a la llamada "conexión local" del ataque a la AMIA, donde quedaron expuestos los delitos cometidos durante la instrucción de la pesquisa por la explosión que el 18 de julio de 1994 mató a 85 personas y que todavía sigue impune. Y apunta a las maniobras que se hicieron apenas quince días después de la masacre, cuando las sospechas apuntaban hacia Alberto Kanoore Edul, un empresario de origen sirio-libanés conocido de la familia Menem que habría tenido vinculación con el ex agregado cultural iraní y hoy prófugo Moshen Rabbani.
"La decisión puesta de manifiesto por parte de Carlos Menem y Munir Menem, además de ser ilegítima era ilícita, y tal ilicitud era conocida por aquellos que directamente operaban en el proceso. Y lo que guió las acciones de Galeano y de aquellos que respondían a sus directivas fue, entonces, el cumplimiento de la voluntad presidencial", dijo el juez.
En su fallo Lijo dio por probado que Menem, a pedido de su hermano Munir, dispuso que se frenara la diligencia sobre Kanoore Edul, a quien se llegó luego de que se encontró el motor de la camioneta-bomba que entregó el reducidor de autos Telleldín.
Para el juez, Menem "hizo manifiesta su voluntad, a través de su hermano -que compartía la decisión-, cuál debía ser el curso de los acontecimientos en relación con la pista siria". "Una persona allegada a él y a su familia estaba implicada en un hecho de suma gravedad. Su finalidad fue protegerlo. Abusando de sus funciones escogió los medios necesarios y efectivos para direccionar la investigación al ámbito de lo prohibido, aún admitiendo que su actividad se hubiese basado en el más absoluto convencimiento respecto de la inocencia de Kanoore Edul", sostuvo Lijo. Fue así, relató el juez, que el padre de Kanoore Edul visitó la Casa Rosada y Munir Menem llamó a Galeano para "interiorizarse sobre la situación" del empresario. Según se desprende de la resolución, Menem quedó procesado por "encubrimiento, falsedad ideológica -reiterada en ocho oportunidades-, violación de medios de prueba y abuso de autoridad", y se le trabó un embargo de 300.000 pesos. (DyN/Télam)