Más allá de la amargura del final, Gustavo Canales mostró anoche mucho de su exquisito repertorio, al que le agregó sudor y sacrificio. Fue clave en cada ataque porque entendió mejor que nadie que el negocio estaba jugar a espaldas de los volantes argentinos.
El equipo chileno, además de los armonioso de sus movimientos en ataque, tiene una enorme rotación. Canales juega como 9 de área, pero se tira atrás y volantea, intercambiando posiciones con David Ramírez, otro de los mejores.
La versatilidad del roquense lo vuelve un delantero realmente peligroso e indescifrable. Anoche, además de los elogios que recibió, se dijo que había sido seguido de cerca por Boca y Racing.
Mientras tanto, en Brasilia, Cerro Porteño cayó por un abultado 3-1 ante un empeñoso Goiás, pero logró avanzar a cuartos de final porque en la ida había ganado 2-0. Otro que pasó fue la Universidad de Chile, que venció 1-0 al Inter de Porto Alegre (1-1 en la ida).