BUENOS AIRES (ABA) .- El próximo lunes, la Mesa de Enlace y el Gobierno volverán a verse las caras. La asunción de Julián Domínguez, al frente del flamante Ministerio de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación, obró la magia.
Así lo acordaron el nuevo ministro y Eduardo Buzzi, de la Federación Agraria, que avaló con su presencia la movida del matrimonio presidencial.
"Es una persona con experiencia política y eso es lo que importa", declaró Buzzi.
"Nos tenemos que ver, tenemos que hablar estos días", dijo el jefe de la CGT, Hugo Moyano, al oído del presidente de Federación Agraria Argentina, Eduardo Buzzi, mientras se estrechaban la mano.
La frase escuchada ayer durante el acto de jura, fue uno de los tantos gestos evidenciados en la Casa Rosada que le permitieron al sector del campo hacer una lectura de lo que representa más que la asunción de un nuevo funcionario, que se le haya dado el rango de ministro.
"El Gobierno tiene muchos frentes abiertos: con medios independientes, protestas en las calles, etc, necesitaba dar una señal de distensión con alguno de ellos", coincidieron en la interpretación dos de los principales referentes de la Mesa de Enlace. También destacaron, -en referencia a Moyano- que el líder de los camioneros aparece estos días "sacudido" por el activismo de sindicalistas de izquierda y movimientos piqueteros.
Cerca de la jefa de Estado, Cristina Fernández, en el acto oficial se ubicaron no solo todos los ministros que están en el país, sino también Carlos Kunkel; José María Díaz Bancalari; el gobernador y vice de la provincia de Buenos Aires: Daniel Scioli y Alberto Ballestrini; otro mandatario, el salteño Juan Manuel Urtubey y el titular de la Comisión de Agricultura en Diputados, Alberto Cantero. Es decir, un respaldo de "pesos pesados" del oficialismo sentados muy cerca de las primeras filas donde estaban los cuatro titulares de la Mesa de Enlace, Buzzi, Mario Llambías (CRA), Hugo Biolcati (SRA) y Carlos Garetto (Coninagro).
-¿Tomará un par de meses saber si es eficaz o no esta designación? -consultó este cronista a Buzzi?
-¿Dos meses?... ¡Nooo, apenas un par de semanas!
La dirigencia agropecuaria rescató la jerarquización del área, lo cual interpretan como un aspecto positivo. "Esto indica que, en principio, el nuevo ministro va a tener poder político para resolver cuestiones acuciantes", reflexionó Garetto.
La expectativa es no solo insistir con un nuevo esquema de retenciones sino especialmente dar vuelta como un pañuelo las discrecionalidades del Oncca.
Claro que por lo bajo las sospechas abundan. "Parece que mucha prolijidad no hay, si uno observa lo que pasó con (María del Carmen) Alarcón, prometió una tanda de anuncios y ahora parece desdibujada", consideró Biolcati.
Distante estuvo la ministra de Producción, Débora Giorgi, quien perdió el control sobre áreas que estaban bajo su órbita como lo relacionado con la agroindustria. Y el secretario saliente, Carlos Cheppi, apenas se distinguía como uno más de los asistentes.
En la Mesa de Enlace ven en cada paso del gobierno un "objetivo político". Creen que con Alarcón -a quien algunos apenas le dirigieron un frío saludo- el kirchnerismo logró cooptar a una dirigente para dañar a opositores como Carlos "Lole" Reutemann.
CLAUDIO RABINOVITCH
(ABA)
