TEGUCIGALPA.- El gobierno de facto que preside Roberto Micheletti retrocedió ayer tras la fuerte presión que causaron las medidas que tomó en los últimos días.

Por un lado, anoche invitó a una comisión de avanzada da la OEA a viajar al país el viernes, tras impedirle ingresar el domingo, para preparar una visita de una misión de cancilleres que buscará poner fin a la crisis política, informó un comunicado.

El gobierno de facto "se complace en invitar a la comisión de avanzadilla de funcionarios de la OEA para que visite Honduras a partir del próximo viernes 2 de octubre", dijo el comunicado de la cancillería.

De igual forma, "invita a la Comisión de Cancilleres del Continente Americano y a los funcionarios de la OEA que deseen acompañarlos para que visiten Honduras el miércoles 7 de octubre", agregó el comunicado.

Poco antes, el presidente de facto Roberto Micheletti justificó que se prohibiera la entrada a la misión de avanzada de la Organización de Estados Americanos (OEA) afirmando que Honduras es soberano para decidir quién ingresa al país y quién no.

Los cinco miembros de la OEA fueron "detenidos" el domingo durante seis horas a su llegada al aeropuerto de Tegucigalpa y cuatro de ellos fueron expulsados, declaró a AFP el único del equipo que permaneció en Honduras, el chileno John Biehl.

El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, condenó la expulsión de los funcionarios.

Por otra parte, Micheletti señaló que está dispuesto a derogar el decreto ejecutivo que aprobó y que limita severamente las libertades de reunión, asociación y opinión y que fue calificado de dejar al país en un "auténtico estado de sitio".

Micheletti señaló lo anterior tras recibir al titular del Parlamento, José Alfredo Saavedra, y los jefes de cuatro de las cinco bancadas que le notificaron que no había ambiente en el legislativo para aprobar dicha medida.

De acuerdo a la Constitución hondureña, el Poder Ejecutivo puede emitir un decreto que restrinja las libertades civiles o imponer el estado de sitio, pero el mismo debe ser ratificado, rechazado o modificado por los parlamentarios.

El decreto que restringe las libertades ha sido ampliamente criticado en Honduras, ya que afecta el ambiente de cara a las elecciones generales del 29 de noviembre.

El gobierno de facto había emitido el decreto en respuesta a los llamados de insurrección que realizó el fin de semana el derrocado presidente Manuel Zelaya desde la embajada de Brasil, donde se encuentra alojado desde el pasado lunes 21 de septiembre. (Ver infograma)

Zelaya pidió a sus seguidores que marcharan a Tegucigalpa y ayer lo hicieron, pero limitados por el gran despliegue de fuerzas de seguridad.

Tras reunirse con los diputados, Micheletti dijo que "aceptó el consejo" de estudiar derogar el decreto.

"Respetuosamente voy a consultar con la Corte Suprema de Justicia, el Tribunal Supremo Electoral, incluso con los candidatos presidenciales para tener un diálogo importante y así tomar la decisión más importante, de derogar ese decreto en el momento más oportuno, para que haya paz y tranquilidad", señaló el gobernante de facto.

Además, el gobierno decidió aliviar el toque de queda, que fue entre las 22:00 horas de anoche (04:00 GMT) hasta las 05:00 de hoy (11:00 GMT). (AFP/DPA/AP)