EL BOLSÓN (AEB).- Integrantes de la comunidad mapuche Las Huaytekas ingresaron la semana pasada en tierras que ocupaba el Servicio Forestal Andino, sobre las faldas occidentales del cordón Serrucho Norte, del paraje El Foyel, a las que reivindicaron como pertenecientes a sus ancestros.

Levantaron un campamento a pocos metros del cipresal que consideran sagrado y protegen, en contra de las forestaciones de pinos plantados hace décadas por EMFORSA.

Cabe recordar que sobre el mismo espacio persiste un trámite judicial en el Juzgado Civil y Comercial 5 de Bariloche, impulsado por la fiscalía de Estado, para desalojar a una comunidad indígena que ocupó otro predio de la misma empresa forestal rionegrina.

"Lo recuperamos por aquí es donde la ´ñuke mapu´ (madre tierra) ha concentrado sus ´pu newen´ (fuerzas) en los seres del lugar y desarrollamos nuestras prácticas espirituales, es decir levantamos el ´guillatun´ (ceremonia ritual)", explicó Elisa Ose, una de las referentes.

Descendientes de los primeros pobladores contaron que fue en este lugar donde a principios del siglo pasado decidieron establecerse Jorge Barría y Antonia Valle. Aquí nacieron y se criaron sus hijos, entre ellas Clelia -de 68 años-, y Veneralda -de 81 años-, quienes han permanecido desde siempre en el lugar, son también quienes portan en su memoria y cargan en sus espaldas las más humillantes formas de despojos sufridas a lo largo de estos años".

Desde esa óptica, señalan que "este cipresal no ha escapado de las garras depredadoras de las forestales".