BUENOS AIRES.- El gobernador bonaerense, Daniel Scioli, confirmó ayer desde Miami el llamado de la embajada de los Estados Unidos mostrando preocupación por la evolución que está tomando el conflicto gremial en la empresa Kraft Foods de la Argentina.
Por su parte, a través de un comunicado, la embajada americana en el país, pidió una solución "apropiada y duradera" para la crisis que atraviesa la ex Terrabusi. "La embajada apoya la plena aplicación de los derechos y protecciones laborales, así como el respeto por los derechos de propiedad y las decisiones del sistema judicial", indicaron voceros de ese consulado en el comunicado. Ante la gravedad del conflicto, los representantes del gobierno de Barack Obama subrayaron el "contacto" con "las autoridades argentinas" para "lograr lo antes posible una solución duradera".
En tanto, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, mantenía anoche reuniones con representantes de la empresa Kraft Foods y del gremio de la Alimentación para intentar destrabar el conflicto generado tras el despido de más 150 empleados de la compañía norteamericana.
Según se informó, se avanzaba hacia una salida acordada, después de que la empresa manifestó ante funcionarios nacionales y bonaerenses disposición de rever los 86 despidos y 32 suspensiones en la planta de General Pacheco.
Fuentes del ministerio de Trabajo bonaerense anticiparon que en "arduas negociaciones" se daban anoche pasos para destrabar el conflicto de 40 días, que llevó a la Embajada de los Estados Unidos a reclamar una solución "apropiada y duradera".
Los voceros dejaron trascender además que la empresa, el gremio y los delegados de la comisión interna coincidieron en "dejar en manos de la Justicia" el retiro de las fuerzas de seguridad que se mantienen en el interior de la planta de la ex Terrabusi, tras el violento desalojo del viernes.
La reunión arrancó pasadas las 17 en la sede del ministerio de Trabajo bonaerense, en La Plata, hasta donde llegaron las partes del conflicto para retomar el diálogo tras casi dos meses de controversias entre los empleados y los dueños de la firma norteamericana. Al ingresar a la reunión, el subsecretario de Trabajo bonaerense, Carlos Molina, dijo que "técnicamente" no hay ninguna posibilidad de imponer una conciliación obligatoria, por lo que las autoridades deberán "agotar otros medios" para llegar a un acuerdo. "No está nada descartado, estamos trabajando para solucionar este conflicto", aseguró el funcionario provincial, al ser consultado sobre la posibilidad de una reincorporación de los despedidos.
En tanto, el titular del Sindicato de Trabajadores de la Industria Alimenticia, Rodolfo Daer, aseguró que para llegar a una solución "se tienen que deponer las actitudes rígidas". "Venimos a que se reincorpore a los compañeros y que se comience una nueva etapa laboral en esta empresa", sostuvo el sindicalista al ingresar a la cartera laboral. Ante una consulta de los periodistas, el sindicalista descartó que su gremio no haya apoyado a los trabajadores de Kraft Foods en este conflicto.
Scioli, pareció ayer involucrarse más en el conflicto y se comunicó telefónicamente desde Miami, donde participa de un foro económico internacional, con el director de Asuntos Corporativos y Gubernamentales del Cono Sur de la empresa, Pedro López Matheu.
Según se indicó, el gobernador le pidió a la empresa "colaboración y predisposición" para reencauzar el diálogo con los trabajdores, preservando las fuentes de trabajo. Fuentes de la Goberanción dijeron al enviado de DyN a Miami que Scioli mantiene "contactos permanentes" con su vicegobernador, Alberto Balestrini, por el conflicto.
Caos en la ciudad
En medio de las negociaciones, trabajadores de Kraft Foods (ex Terrabusi) y agrupaciones de izquierda se movilizarán ayer por la tarde desde el Congreso hasta Plaza de Mayo, mientras se aguarda que aproximadamente a la misma hora las partes retomen el diálogo en el Ministerio de Trabajo, para buscar una solución al conflicto que ya lleva más de 40 días. Cientos de manifestantes marcharon por Avenida de Mayo para protestar por el violento desalojo realizado el viernes por la Gendarmería y la Policía en la planta de General Pacheco y por los 155 trabajadores que permanecen despedidos y que venían ocupando la fábrica. (DyN/Redacción Central)
