SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Desde hace varios meses la crisis de las finanzas municipales obligó al intendente Marcelo Cascón a concentrar casi todos los recursos en el pago de salarios y entre las consecuencias directas de esa política aparece la drástica caída en el otorgamiento de subsidios y ayudas no reintegrables.
Este último rubro canalizó históricamente sumas de dinero importantes dentro del presupuesto municipal, pero en el corriente año la prioridad excluyente fue el pago de salarios, que hoy absorbe más del 90% de los ingresos corrientes del municipio.
Este año, en cambio, los subsidios no superaron en promedio los 21 mil pesos mensuales, lo que representa una caída del 88% respecto de 2008.
Según publicó ayer la agencia ADN, el intendente lleva firmadas en lo que va del año 82 resoluciones de subsidios concedidos "por única vez" y del tipo "no reintegrables", por un importe total de 190.466 pesos. Durante 2008, en cambio, gastó más de 1 millón de pesos en solo un semestre.
Algunos de los subsidios aprobados este año fueron para emprendimientos culturales como el mes de la fotografía y el Festival de Tango; o instituciones como Bomberos Voluntarios y la Asociación de Recicladores Bariloche.
En relación con los bomberos, la asociación obtuvo a principios de año 27.000 pesos en dos entregas por su tarea en el vertedero municipal, mientras que también se incluyó en los subsidios el aporte del 50% de la tasa del vertedero que se otorga a la Asociación de Recicladores Bariloche por un monto total de 5.500 pesos.
Pero hubo numerosas ayudas de bajo monto para personas sin recursos que demandan pasajes, medicamentos o dinero para pagar un alquiler.
El secretario de Gobierno, Jorge Franchini, admitió que la caída de los subsidios es por el "ajuste de gastos" y de la decisión de "decir que no" a la mayoría de los pedidos. Aseguró que a muchos se les da menos de lo que solicitan tras explicarles "que no hay dinero".
Franchini dijo que, aun cuando las necesidades sean iguales o mayores, la demanda que repercutía a diario en los despachos municipales bajó en forma notoria. Y brindó su hipótesis: "Antes corría el comentario en los barrios de que el municipio daba pasajes o daba ayuda y venía todo el mundo. Pero ahora el comentario es al revés y pasado un tiempo dejaron de venir".