Que ya nada sorprenda es indicativo de que la crisis en River es un mal crónico.
El domingo a la noche, cuando el empate con Gimnasia La Plata (2-2), en el Monumental, ya era parte del pasado reciente, el entrenador de River pronunció una frase inédita: "No pienso en la tabla del descenso". dijo Pipo y nadie se escandalizó. En parte porque porque el descenso está lejos, en parte porque... ya nada sorprende.
River está décimo en la tabla de los promedios, su ubicación más baja desde que instauró el sistema en 1983 para rescatar de la amenaza del descenso a... River. Con la "ayudita" de la AFA, el "Millo" fue anteúltimo, pero ya sabía que no iba a descender.
Hay más. Gorosito le pidió a sus dirigentes que Daniel Villalva no sea cedido para el Mundial de Nigeria del ¡Sub 17! Ya no es la Mayor. Ni siquiera el Juvenil. Hoy a River le complica la vida una selección de adolescentes.
Daniel Villalva, Keko, es un chico de apenas 17 años, que mide un metro y cincuenta y dos centímetros. Que suma apenas seis partidos en Primera, que el domingo le hizo un golazo a Gimnasia y que le quitó el puesto a Cristian Fabbiani, un nueve sin gol, según él mismo, que mide 36 centímetros más.
River es lo que es y por eso ya nadie se escandaliza. El domingo, ante Gimnasia (2-2), jugó su mejor partido y también el peor. Lo ganaba 2-0, pudo liquidarlo, se lo empataron, pudo perderlo y también ganarlo, en la última jugada. Al final fue empate lo que pudo ser triunfo o derrota. Nada ilustra mejor el presente riverplatense.
Las fallas estructurales que mostró ante el Lobo ya no tienen solución, son parte de este equipo y su entrenador convive con ellas. Mientras, la dirigencia sólo tiene atención para el Museo de River, pronto a ser inaugurado y que, dicen los que lo vieron, es de lo mejor del mundo. ¿Habrá lugar allí para este presente que va camino a ser el peor pasado?
JUAN MOCCIARO
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