Lunes 28 de Septiembre de 2009 Edicion impresa pag. 9 > Regionales
El TSJ dio de baja al psiquiatra López Proumen
El ISSN le había concedido la jubilación pero él no renunciaba. Así que el tribunal lo borró de la planta de personal. Es el profesional que vio a una embarazada en "La Escuelita".

NEUQUÉN (AN).- El Tribunal Superior de Justicia dio de baja al psiquiatra Raúl Ignacio López Proumen, quien estuvo imputado y fue sobreseído del delito de falso testimonio por su declaración en el juicio contra los represores y torturadores de La Escuelita.

Así figura en el acuerdo ordinario 4438 del Tribunal, del pasado miércoles 23.

Desde que lo detuvieron en agosto del año pasado por haber declarado que había visto a una embarazada en el centro clandestino de detención, López Proumen venía siendo beneficiado con sucesivas licencias médicas. El gremio judicial había pedido, sin éxito, que le inicien un sumario y lo exoneren.

Mientras tanto, el psiquiatra realizó en forma personal los trámites para obtener la jubilación. Y días atrás el Instituto de Seguridad Social del Neuquén informó a la oficina de personal del TSJ que "el trámite de jubilación ordinaria se encuentra cumplimentado".

Sin embargo López Proumen no presentó la renuncia. Por eso los vocales del Tribunal aplicaron el artículo 73 de la ley 611 el cual establece: "una vez concedido el mencionado beneficio, el agente cesa en forma automática en sus funciones".

Tuvieron en cuenta además que el ex jefe del equipo interdisciplinario de la defensoría del Niño "puso de manifiesto en forma expresa su voluntad de acogerse al beneficio de la jubilación ordinaria toda vez que en forma personal inició el procedimiento a los efectos de su obtención" ante el ISSN.

En consecuencia, el TSJ resolvió "dar de baja de la planta de personal del Poder Judicial" a López Proumen "a partir de la cero hora del 23 de septiembre de 2009 para acogerse al beneficio de la jubilación ordinaria, agradeciéndole los prolongados servicios prestados a este Poder Judicial".

En agosto del año pasado, durante el juicio por los delitos de lesa humanidad cometidos en La Escuelita, López Proumen declaró como testigo y relató cómo había atendido a una mujer, embarazada y vendada, en ese centro de detención que funcionó en el cuartel de la Ruta 22.

Admitió que nunca se ocupó de saber cuál fue el destino de esa víctima y dijo que no había informado el hecho a sus superiores.

El tema contradictorio que motivó la causa iniciada por falso testimonio, fue que ante el juez de instrucción López Proumen había dicho que había visto a un Ford Falcon, con personal de Inteligencia del Ejército, vestido de civil, dirigiéndose a "La Escuelita". En el juicio dijo que no recordaba esa declaración.

Salió esposado de tribunales, luego recuperó la libertad y al final fue sobreseído. En el fallo, la jueza Margarita Gudiño dijo que "el imputado manifiesta claramente no recordar lo dicho en la anterior declaración quedando en consecuencia desdibujada la voluntad del mismo de querer expresar lo no verdadero".

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