KABUL.- Siete soldados de la OTAN murieron en combate o por accidente en Afganistán, y un ministro afgano salió ileso de un atentado que mató a cuatro civiles.
La muerte de los siete soldados ocurre tras otra de cuatro soldados estadounidenses el jueves en el sur del país, bastión de los talibanes.
El 2009 es, de lejos, el más sangriento para las fuerzas internacionales desde su llegada a fines del 2001 a Afganistán, en donde más de un soldado de la OTAN muere ahora cada día.
El sábado en el sur, un primer soldado estadounidense murió a causa de sus heridas tras ser alcanzado por una bomba artesanal, mientras que otro norteamericano cayó en combate en un ataque de los insurgentes. En tanto, un militar británico murió ayer por la explosión de una bomba artesanal en Helmand. Paralelamente, tres soldados franceses murieron accidentalmente en una violenta tormenta. El domingo, otro soldado francés murió cuando su vehículo blindado cayó en un barranco en el distrito de Surobi.