El conjunto de acciones recesivas, de endeudamiento y deterioro de las finanzas públicas municipales y persecutorias del trabajador y vecino de Bariloche implementadas por el intendente Marcelo Cascón agravó la fallida temporada invernal, signada por la caída del consumo, el cierre de comercios y emprendimientos, una baja ocupación hotelera y una alta desocupación que castiga impiadosamente a las familias barilochenses.
Ante la crítica situación social, el Ejecutivo municipal procura percibir valores desproporcionados y confiscatorios en concepto de tasas municipales imposibles de afrontar por más del setenta por ciento de los vecinos, así como ha implementado una injusta y fracasada moratoria, concretado irresponsablemente la obra pública de la avenida Juan Manuel de Rosas, determinado la transferencia ilegal y compulsiva de los empleados municipales al Banco Patagonia, promovido ejecuciones judiciales que amenazan con el remate de viviendas y ordenado al personal de inspecciones concretar acciones de intimación de pago con la sanción de clausuras a comercios, los mismos que lamentablemente cierran de modo incesante sus puertas a causa de la grave situación socioeconómica... todo esto ante el silencio inexplicable de la Cámara de Industria y Comercio local.
La promoción de una agencia de recaudación desde el Ejecutivo municipal sin ordenanza de creación promueve, al igual que los juicios fiscales ya iniciados, una estrategia de consolidación de deudas con la única intención de transferir en un futuro inmediato activos ejecutables a la entidad bancaria con la que día a día y en forma irresponsable se contrae desproporcionada deuda.
Resulta inexplicable e irracional el accionar del intendente para con sus ciudadanos ya que contradice palmariamente las solicitudes encaminadas a obtener ayudas desde Nación, donde se ha comprendido la grave situación existente y se ha hecho la efectiva entrega de 2.500 subsidios para trabajadores, fondos para obras públicas y auxilios extraordinarios para tareas de asfalto y limpieza para la reciente reunión de mandatarios, así como los formulados requerimientos de bajas y exenciones impositivas en materia de impuestos nacionales -sin olvidar aquellas reiteradas gestiones realizadas en Viedma ante el gobernador, estas últimas "inocuas" y sin resultado visible alguno hasta hoy-.
Creemos imprescindible, ante la gravedad de la situación, promover la elaboración de una ordenanza fiscal y tributaria que establezca justas tasas retributivas acordes con el servicio efectivamente prestado, en el entendimiento de que el vecino actualmente no paga sus tasas porque no puede pues no tiene dinero suficiente para hacerlo. Por ello no debe ser considerado como un evasor sino como una víctima más de la recesión en que está inmersa nuestra sociedad.
A nuestro humilde entender, debe detenerse esta irracional "cacería de brujas" iniciada por el Ejecutivo municipal. Frente a los difíciles meses de "baja" temporada que se avecinan, le requerimos al intendente que proceda a iniciar un camino de responsabilidad, aportando elementos e información precisa de la situación económica municipal que permita al Concejo Deliberante declarar la emergencia económica. Este hecho es necesario para determinar un inmediato reordenamiento financiero condicionando la actuación de los funcionarios de turno, quienes debidamente auditados han de procurar transformar la situación de desmanejo contable en un endeudamiento responsable y temporal que permita obtener mediante un mecanismo claro el necesario e imprescindible equilibrio fiscal mediante la utilización de herramientas financieras y legales superadoras y con una limitación fundamental, clara y precisa que prohíba terminantemente alterar o modificar salarios y derechos adquiridos de los trabajadores municipales constitucionalmente protegidos.
Leandro Costa Brutten, DNI 22.620.387
(Siguen otros dos nombres) - Bariloche
