El secretario de Defensa de Estados Unidos, Robert Gates, refutó ayer los llamados liberales para que se fije un cronograma para el retiro de las tropas norteamericanas de Afganistán, calificando como un error establecer plazos para el fin de las acciones militares y afirmando que una derrota sería desastrosa para Washington.
En su advertencia severa contra los sectores que se oponen a la persistente presencia militar norteamericana en Afganistán, Gates dijo que los extremistas islámicos del Talibán y Al Qaeda percibirían una retirada anticipada como una victoria ante Estados Unidos, de forma similar a la salida humillante de la Unión Soviética en 1989, después de una guerra de 10 años.
"Me parece que la noción de plazos y estrategias de retirada sería verdaderamente un error estratégico. La realidad es que un fracaso en Afganistán sería un grave revés para Estados Unidos", dijo Gates en una entrevista transmitida por CNN ayer en su programa "State of the Union".
"El Talibán y Al Qaeda derrotaron a una superpotencia, por lo menos así les parece. Creo que si derrotaran a una segunda tendría consecuencias catastróficas en términos de dar impulso al movimiento extremista, los reclutamientos de Al Qaeda, sus operaciones y su recaudación de fondos, entre otras cosas. Creo que sería un enorme revés para Estados Unidos", aseguró.
Las duras declaraciones de Gates surgen al tiempo que el presidente Barack Obama revisa la estrategia de su gobierno en Afganistán y mientras el Pentágono analiza una solicitud de enviar más efectivos, presentada por el general Stanley McChrystal, el comandante de Estados Unidos y la OTAN en Afganistán.
Gates dijo que Obama aún no ha tomado una decisión sobre el envío de tropas adicionales, pero dijo que si el presidente eligiera aumentar las fuerzas de combate, éstas no podrían estar listas para movilizarse sino hasta enero. La idea de mandar más soldados ha creado reclamos entre algunos demócratas en el Congreso y ha molestado a los pacifistas de izquierda que apoyaron la candidatura presidencial de Obama el año pasado.
La senadora Dianne Feinstein, que dirige la Comisión de Inteligencia del Senado, solicitó una fecha específica para el retiro de las fuerzas estadounidenses. El senador Russ Feingold ha dicho que el gobierno debe establecer "fechas flexibles" para reducir el número de efectivos, mientras otros políticos, como el presidente de la Comisión de Servicios Armados Carl Levin, aún no han llegado tan lejos pero han instado a Obama a que no intensifique la guerra.
Obama envió 21.000 soldados adicionales a Afganistán a comienzos de este año pero, en una valoración más dura de las condiciones en el campo de batalla, McChrystal advirtió que sin más efectivos Estados Unidos podría perder la guerra contra el Talibán y sus aliados.
JIM KUHNHENN