Domingo 27 de Septiembre de 2009 Edicion impresa pag. 36 > Sociedad
"La importancia de la continuidad"

SIDNEY (Enviado especial).- Cuando se concretó el proyecto del reactor, viajaron a Australia unas 15 familias y en el pico de la obra hubo unos 60 argentinos trabajando en el lugar.

Fue en 2002-2003, en el pico de la crisis nacional, y cinco ingenieros del Invap recibieron ofertas de trabajo -casi todos de Ansto- y se quedaron a vivir en Australia con sus familias.

"Es una lástima, pero fue en plena crisis y es rarísimo que nos hayamos vuelto tantos", reflexiona Ordóñez.

En este momento hay sólo tres argentinos trabajando en Lucas Heights, dos de ellos viven en Australia, pero para la construcción del filtro hará falta mandar cuatro familias más, porque es un proyecto cuya duración está estimada en 18 meses.

La riqueza y la prosperidad de Australia contrastan con la crisis recurrente de la Argentina. También llama la atención que Argentina sea capaz de exportar a un país desarrollado algo tan sofisticado como tecnología nuclear.

Cuando se le pregunta sobre el tema, Ordóñez aclara que necesitaría varias horas para poder explicarlo.

"En el campo nuclear Argentina ha tenido continuidad desde el año 50, cuando se creo la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA). Creo que esa no interrupción nos ha llevado a un lugar importante en el área de reactores de investigación", apunta.

Tras recordar el renombre internacional del Instituto Balseiro, refiere que el Invap ya tiene 33 años y también continuidad en el objetivo con que se formó: ser una empresa de punta autosuficiente.

Ahora el Invap está compitiendo con Corea y Francia para vender un reactor a Holanda. "Es un proyecto de 200 millones de euros y el prototipo vendido a Australia es una buena carta de presentación", explica Ordóñez. "Por eso -dice- no perdemos la esperanza".

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