BUENOS AIRES (DyN/Télam ) - Los trabajadores de la planta de Kraft-food, ex Terrabusi, realizarán mañana una concentración y protesta frente a la puerta de la fábrica y por la tarde participarán de una masiva movilización multisectorial a la Plaza de Mayo para exigir la reincorporación de los 160 despedidos.
El violento desalojo de la fábrica ubicada en la localidad de General Pacheco, en el partido bonaerense de Tigre, lejos de resolver el conflicto, agudizó las posiciones y generó el anuncio de una nueva ola de protestas, que comenzarán mañana lunes. El delegado Ramón Bogado confirmó que a las 5 de la madrugada, "todos los empleados, incluídos los despedidos" se concentrarán frente a la ex Terrabusi para exigir el ingreso irrestricto del personal para realizar una asamblea en la que se definiría un paro. "Vamos a intentar entrar para hacer una asamblea y definir un paro. El conflicto está igual que el viernes. La única diferencia es que a nosotros nos golpearon y desalojaron la planta, pero los despedidos no fueron reincorporados", afirmó Bogado.
Ayer, el interior de la planta continuaba custodiada por efectivos de Infantería y de la Policía bonaerense, en tanto personal de mantenimiento quitaba el alambre de púa que la empresa había colocado sobre la reja cuando se inició el conflicto el 18 de agosto pasado. En el exterior, sobre la vereda de la avenida Henry Ford, continuaba instalada una carpa en donde una decena de personas aguardaba la llegada de los delegados despedidos.
Por la mañana el superintendente de Seguridad de zona norte, comisario Salvador Baratta, confirmó que las 65 personas detenidas y demoradas fueron liberadas . Agregó que los ocho efectivos policiales y los cuatro civiles heridos también fueron dados de alta.
Unos 300 agentes de la Policía bonaerense, cumpliendo una orden judicial, desalojaron el viernes por la fuerza a los trabajadores que permanecían en la planta, utilizando gases lacrimógenos y balas de goma. Poco antes del operativo, la empresa se dirigió al Ministerio de Trabajo para manifestar que se comprometía a "mantener los puestos de trabajo existentes", es decir, sin contemplar a los 160 trabajadores despedidos que originaron el conflicto.