Sólido, seguro, dominante. Este Estudiantes superó con amplitud y hasta con facilidad a Boca en el desarrollo del juego, aunque el resultado final fue un 2-1 que se queda demasiado corto.
Fue el cuarto triunfo consecutivo del equipo platense, es único puntero del torneo Apertura con 14 puntos y lo consiguió por una convicción muy firme de lo que debía que hacer en la cancha.
El conjunto de Alejandro Sabella tuvo una vez más a Juan Sebastián Verón como su mejor hombre y contó con buenos trabajos individuales de Enzo Pérez y José Luis Calderón, estos últimos autores de los tantos.
Boca, que sufrió su tercera derrota seguida en el torneo local y la cuarta si se contabiliza la Copa Sudamericana, volvió a mostrar una pobre imagen de equipo perdido en la cancha, sin respuestas anímicas.
El primer cuarto de hora fue de sostenido dominio por parte de Estudiantes, que recuperaba la pelota con facilidad, la hacia circular bien por los costados y cuando cambiaba de velocidad se hacía muy difícil de contener para Boca.
A los 12 minutos, llegó el gol a través de un tiro libre de Leandro Benítez. Calderón apareció por detrás de todos y sin marca, atropelló la pelota y con un muslo la metió en el arco. Fue el gol 300 para el veterano artillero. Después, Estudiantes bajó el ritmo, permitió que Boca tuviera la pelota, pero el equipo de Basile no generó riesgo alguno. Y cuando Estudiantes se lo propuso volvió a aparecer más armónico, más ordenado, más convencido.
Apenas habían transcurrido 2 minutos del complemento, Abbondanzieri metió un pelotazo muy largo desde cercanías de su área, Leandro Desábato cabeceó defectuosamente y Palermo, sin dudar, y de primera, sacó una volea perfecta de zurda para vencer a Albil y empatar el partido.
Muy poco duró la igualdad porque, tres minutos más tarde, combinaron Calderón y Salgueiro, el uruguayo llegó al fondo por izquierda, tiró el centro atrás, todos los defensores de Boca quedaron a contramano, y Pérez, llegando a la carrera, definió ante Abbondanzieri.
Hasta el final del partido Estudiantes siguió manejando la situación. Apenas pueden señalarse algunas desaciertos defensivos, pero lo indiscutible es que controló el juego de punta a punta.