El investigador Adam Hajduk explicó que el sitio está en "un antiguo cuerpo medanoso consolidado, en el cual se han registrado al menos dos aspectos diferenciados de la vida del hombre en el pasado. Por un lado ha servido como lugar para realizar número considerable de inhumaciones lo que le confiere el carácter de cementerio, y por otro se tienen claros indicios de que ha servido de paradero o lugar de asentamiento temporario, a grupos cazadores recolectores, que desarrollaron allí actividades variadas. Particularmente aquellas relacionadas a la subsistencia, como sería preparación y consumo de alimentos".

Hajduk comentó que "se hallaron artefactos de piedra, varios confeccionados en el lugar, necesarios para procesar los diversos bienes de consumo, como serían los cuchillos, raspadores, piedras de moler manos y molino, junto a número considerable de fragmentos de huesos de animales consumidos. No se registraron restos alfarería".

"No es infrecuente por ejemplo en Patagonia Norte y el La Pampa, el registro en cuerpos medanosos que han servido como lugar de inhumaciones, y su asociación a sitios del tipo paradero. Pero por lo común estos sitios son tardíos, ya de momentos históricos -poscolombinos- o bien no superan los 1.000 años de antigüedad. Las características particulares en estas inhumaciones y las mayores dataciones obtenidas para ellas, como la obtención de un datación elevada para el sector de paradero, hacen que este sitio revista importancia destacable para los estudios de las poblaciones humanas más remotas de la norpatagonia".