Sábado 26 de Septiembre de 2009 Edicion impresa pag. 10 > Regionales
Sobisch se negó a declarar y recusó al juez
Dijo a la prensa que el objetivo de la causa es proscribirlo. Desmintió haber dado la orden a la Policía.

NEUQUÉN (AN).- El ex gobernador Jorge Sobisch embistió ayer por todos los medios contra la causa judicial de la zona liberada que lo tiene como principal imputado: recusó al juez, ante quien se negó a declarar; volvió a plantear la nulidad de la acusación y dijo a la prensa que el proceso lo armaron los medios y los gremios para proscribirlo. Hizo todo esto en medio de una ruidosa manifestación montada frente al juzgado por un puñado de seguidores entre los que estaban ex funcionarios de su gobierno, en la que no faltaron roces e insultos con militantes sindicales.

"No di ninguna orden" de liberar la zona, afirmó tajante el ex gobernador. Cuando le recordaron que en un discurso había asumido la responsabilidad de impartir la directiva, respondió: "Responsable político, que es una cosa distinta".

Sobisch habló con la prensa en una tumultuosa conferencia de prensa minutos después de negarse a declarar ante el juez Alfredo Elosu Larumbe. Sólo le presentó un escrito reiterando que según su opinión, las acusaciones son nulas, y más tarde otro en el cual lo recusó por "falta de imparcialidad".

"No hablé con el juez, no tengo nada que hablar con él", dijo a los periodistas que le pudieron hacer algunas preguntas apretujados por militantes sobischistas que gritaban a voz en cuello cuando el tono del interrogatorio no les gustaba (ver aparte).

El ex gobernador se presentó ayer a las 9 en el juzgado acompañado por familiares y abogados. Un grupo de militantes lo esperaba frente al edificio, en Santiago del Estero 44, empapelado con otros carteles: los del miércoles lo trataban de "asesino", los de ayer decían "juez Elosu Larumbe cagón".

Sobisch subió hasta el tercer piso, donde está el despacho del magistrado, y pronto lo hicieron pasar.

Elosu Larumbe lo esperaba con la mano tendida. "¿Y usted quién es?", le preguntó Sobisch. "Yo soy el juez", respondió el magistrado con desconcierto. "Ah", dijo Sobisch, y lo dejó con la mano tendida.

El episodio fue relatado a este diario por tres fuentes que lo presenciaron.

El imputado tampoco saludó al querellante Ricardo Mendaña, a quien le dio la espalda en todo momento, ni a la fiscal Sandra González Taboada.

Antes de que Sobisch llegara al juzgado el defensor Ricardo Cancela intentó que el juez no le leyera al imputado toda la acusación y todas las pruebas en su contra, como ordena el Código Procesal.

En una discusión a los gritos en los pasillos del juzgado, que fue escuchada por un periodista de "Río Negro", Elosu Larumbe le aclaró que debía leer la acusación "bajo pena de nulidad", y Cancela le contestó que era "un boludo".

"¿Pero cómo me tratás de boludo Ricardo, a mí me estás diciendo boludo?", le replicó el juez.

Sobisch estuvo dentro del despacho alrededor de 20 minutos y salió más sonriente de lo que había ingresado. De inmediato bajó las escaleras y salió a la calle para hacer declaraciones. Más tarde su abogado volvió con el pedido de recusación. Si el juez no lo acepta, Cancela apelará ante la Cámara.

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