BUENOS AIRES (DyN).- La policía desalojó ayer por la fuerza la planta de Kraft-Food, ex Terrabusi. Los incidentes se originaron luego de que la empresa confirmara ante el Ministerio de Trabajo su decisión de mantener los puestos "existentes", mantener las inversiones en el país pero no reincorporar a 160 empleados despedidos. Abogados de los detenidos denunciaron una "salvaje represión" policial.

Efectivos de la Policía Bonaerense, de la Montada y de Gendarmería participaron del operativo, que permitió a los directivos retomar el control de la compañía de capitales estadounidenses, tras más de un mes de ocupación por parte del personal desplazado.

La intervención de la fuerza policial en la planta ubicada en General Pacheco, fue ordenado por el juez den San Isidro, Ricardo Costa. El operativo, que el que se utilizaron gases y balas de goma, más personal de la Policía Montada y perros, dejó un saldo de 65 demorados (que luego fueron liberados) y al menos 12 heridos, ocho de ellos efectivos policiales, dijo el jefe de la Regional Norte de la Policía Bonaerense, Salvador Baratta. El jefe policial defendió el operativo, lo calificó de "profesional" y destacó que el desalojo se decidió "por la llegada de la noche" y el riesgo de que manifestantes ocuparan "dos silos con material altamente inflamable". Baratta también mostró bombas molotv, palos, piedras, navajas y otro material presuntamente en poder de los manifestantes y precisó que los demorados serían liberados.

Los incidentes se iniciaron poco después de que la compañía hiciera una presentación "voluntaria" ante Trabajo, donde se comprometía a pagar sueldos atrasados, negar su retiro del país y también a mantener "los puestos de trabajo existentes", pero no mencionó los despidos. La subsecretaria de Trabajo, Silvia Squire, dijo que "la empresa se comprometió a mantener los puestos de trabajo".

La planta está paralizada desde agosto tras los despidos.