Sábado 26 de Septiembre de 2009 Edicion impresa pag. 44 > Cultura y Espectaculos
Cómo entender los dilemas de nuestro tiempo
Un grupo de investigadores de filosofía de la UNC publicó el libro "La diversidad, signo del presente"

Los dilemas en torno a la diversidad aparecen como los rasgos distintivos de una época que -en virtud del desencanto y las paradojas que la constituyen- requiere necesariamente ser interpelada. Así, la riqueza conceptual y la potencialidad crítica contenida bajo el concepto de diversidad, abre toda una serie de exploraciones pluritemáticas que procuran volver legible la trama de múltiples manifestaciones y creaciones humanas que hacen a nuestra comprensión de los otros y el mundo.

Por cierto, que este universo de apertura hacia nuevos modos de pensarnos y pensar la configuración de prácticas sociales, políticas y culturales signadas por la valoración del otro antes que su clausura, resulta decididamente cercenado por el carácter aglutinante y homogenizante de nuestras múltiples diferencias producto de la lógica del mercado en su versión neoliberal. En efecto, pareciera un cierto desatino el fagocitar tal universo supuesto en la idea de diversidad y el desandar una revalidación radical del otro, frente al carácter unidimensional de nuestro mundo capaz de suprimir en un lenguaje y pensamiento único, la riqueza contenida en los diferentes registros estéticos, culturales, políticos y filosóficos inherentes a las distintas comunidades humanas que configuran la actual cartografía global.

De modo que, lejos de un indagar ocioso y descontextualizado la pregunta por la diversidad conlleva una acción disruptiva de todo el acervo de discursos y prácticas que convalidan la naturalizada perpetuación del actual universo político capaz de invalidar la consumación de otros caminos posibles; y alimenta a su vez, la labor creativa de idear nuevos modos desde donde comunicar y revalidar nuestras diferencias. En otras palabras, la diversidad irrumpe como el signo de un presente en el cual se brega por el encuentro polifónico de la totalidad de voces existentes que pueblan nuestro planeta.

En esta dirección, la gestación de la obra colectiva "La diversidad, signo del presente: Ensayos sobre filosofía, crítica y cultura", compilado por María Eugenia Borsani, Elizabeth Padilla y Carlos E. Gende (docentes e investigadores de la UNC), lleva decididamente a pensar esta inexpugnable vinculación entre filosofía, cultura y presente en cuanto manifestación de un pensamiento que al indagar su propia época rescata de manera gozosa la apertura hacia los otros y lo otro; esto es, lo diverso. De este modo, la realización de esta compilación interdisciplinaria, fruto de los aportes de docentes e investigadores reunidos en el Grupo de investigadores mexicano-argentino en Filosofía de las Ciencias Sociales y Crítica Cultural (Gimafics), con sede en la Facultad de Humanidades de la UNC nuclea la necesidad de poner en tensión los tratamientos habituales en torno a los dilemas acerca de la diversidad, y el contribuir a su vez, al desarrollo de prácticas y discursos en donde lo diverso resulte genuinamente recuperado y valorizado.

En virtud de este enfoque interdiscursivo otorgado al tratamiento de la diversidad la primera parte de esta obra colectiva invita a problematizar los cercanos vínculos que se establecen entre diversidad y política. De tal forma, los trabajos contenidos en este eje temático poseen como común denominador el desarticular conceptualmente aquellos discursos que han convalidado -en el derrotero de nuestra historia- prácticas de marginación y/o exclusión de aquellos colectivos humanos históricamente silenciados en la construcción epistémica y política de nuestro continente. Se trata, en este sentido, de una exploración acerca de los alcances y condiciones de posibilidad a propósito de la gestación de sociedades signadas por un auténtico pluralismo y de prácticas ético-políticas fundadas bajo el principio de la interculturalidad, mediante lo cual, se procura cimentar mediante el dialogo entre las culturas el irrestricto reconocimiento de la dignidad del otro y la vocación de aceptación de las divergencias.

El segundo de los ámbitos de exploración conceptual que propone esta producción colectiva remite a trabajos provenientes del campo de la historia, la estética y la filosofía política los cuales abordan las relaciones que se tejen entre diversidad, memoria e ideología. Se trata, entonces, de perspectivas que interrogan de manera paradigmática nuestro pasado reciente -aludiendo particularmente al carácter trágico del mismo- a efectos de desentrañar la potencialidad conmemorativa de aquellas memorias políticas y culturales que remiten de manera interpelativa a este pasado, y que a su vez, posibilitan una acción resignificativa de nuestro presente.

Resulta de tal modo significativo, el despliegue de una aguda mirada tendiente a la recuperación de aquellas memorias silenciadas y de aquellos gestos estéticos antimonumentales capaces de impugnar la soberanía impoluta de los registros oficiales del saber, así como, desentrañar los laberintos discursivos desde los cuales de manera solapada se pergeñan modalidades de expulsión o exilio de la vida política de amplios sectores de la población mundial.

Siguiendo con el itinerario propuesto en la obra en cuestión posee particular relevancia el rol protagónico asignado a aquellos planteos filosóficos los cuales advierten el carácter central del lenguaje para una comprensión de la articulada trama que se teje entre pensamiento, diversidad y cultura.

De tal modo, la acción interpretativa humana remite desde estos anclajes a una permanente labor comprensiva de la multiplicidad de registros textuales y lingüísticos que hacen a la experiencia de lo diverso y a la autorreferencialidad de la misma con el universo de la cultura. En efecto, los recorridos contenidos en estos aportes invitan a problematizar dicha experiencia de lo diverso a partir de una apertura interpretativa del mundo en su plurivocidad de registros, mediante lo cual se alimenta, una vocación de diálogo con los otros en pos de contribuir a un mutuo reconocimiento y a la integración del conjunto de diversidades sostenida en nuestras diferencias.

En consonancia con tales cuestionamientos acerca del carácter paradigmático que posee la diversidad para una comprensión de nuestro tiempo, emergen en el derrotero de la obra una serie de trabajos los cuales abordan aquellos mecanismos y tecnologías que operan en el diseño de configuraciones prototípicas de nuestra percepción de lo humano.

Se trata, en el primero de los casos, de una exploración acerca de ciertos registros narrativos los cuales permiten visualizar e interpelar el confinamiento de determinadas alteridades al mero umbral de la supervivencia. De tal forma, estas vidas precarias -tomando aquí la conceptualización efectuada por Judiht Butler- constituyen una señal inequívoca de la condición deshumanizante por el que transitan en nuestro presente estas subjetividades emergentes. Como cierre de este apartado aparece en el continuo de la obra un conjunto de indagaciones las cuales ponen en tensión las habituales formas de percepción en torno a la experiencia de lo humano. En tal sentido, se exploran y visualizan las mutaciones en nuestra manera de interactuar con el mundo y con los otros a partir de las vertiginosas modificaciones que impulsa en la configuración de nuestra subjetividad la maquinaria tecno-científica.

En última instancia los bloques que dan cierre a esta producción colectiva abordan las relaciones que se desprenden entre ciencia, educación y diversidad. En este orden, el primer bloque problematiza, las implicancias ético-políticas que subyacen a la imposición de los parámetros normativos pergeñados por la mentalidad occidental mediante la expansión global de los procesos de mercado y el universo tecnológico. En efecto, los autores advierten desde posiciones teóricas encontradas, la necesidad de articular consensos que permitan una genuina democratización acerca de las decisiones y límites que se toman con respecto a la aplicación de los avances tecno-científicos en aras de preservar la diversidad humana y cultural.

La serie de trabajos cierra con dos prolíficas propuestas que indagan la trama diversidad-educación dentro de los corredores del saber que se despliegan dentro de las instituciones educativas. En síntesis, se trata de incursiones teóricas decididamente interpelativas que invitan a desentrañar el tratamiento dispensado a lo diverso por parte de las tradicionales modalidades de alfabetización, así como, el vaciamiento de la figura del sujeto docente a partir de la mercantilización del conocimiento que impulsa el capitalismo global.

La obra resulta entonces una atrayente invitación para desandar las paradojas de nuestro tiempo. Esto es, la anacrónica persistencia de ciertas modalidades humanas y el potencial disruptivo de las mismas que supone lo diverso.

MARTÍN E. DÍAZ (*)

(*) Docente de la UNC, miembro del Gimafics

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