ROCA (AR).- No tuvieron otra opción que enfrentarlos. A pesar de que el delincuente estaba armado, un matrimonio que tiene un pequeño quiosco en el barrio Stefenelli, de Roca, pudo echar a palos al joven ladrón que había llegado en moto junto a un cómplice para llevarse la recaudación.
Hasta los propios vecinos concurrieron en ayuda de las víctimas, quienes lograron poner en fuga a los sujetos.
Todo transcurrió en cuestión de minutos, en el quiosco Iván, que se encuentra ubicado en calle Suecia al 1300. Pasadas las 22:30, el matrimonio de 59 y 62 años (del cual se solicitó resguardar su identidad) cenaba en la casa que se encuentra ubicada a pocos metros del local comercial.
A esa hora, uno de los jóvenes entró al negocio por lo que la mujer rápidamente se dispuso a atenderlo. Inesperadamente, el muchacho sacó su arma de fuego y la apuntó directamente al cuerpo para que entregue la recaudación.
Pero la quiosquera ni siquiera aguardó la llegada de su marido. Con la misma rapidez que su agresor sacó un "garrote" y empezó a golpear al joven delincuente que intentaba por todos los medios evitar la "lluvia" de palos.
En el medio de esa escena apareció su esposo, quien se trabó en lucha con el sujeto, hasta que finalmente logró sacarle el arma de fuego.
Los gritos pusieron en alerta al resto de los vecinos de la cuadra que rápidamente llegaron en ayuda del matrimonio. El muchacho subió a la moto de su cómplice, que se encontraba a pocos metros, aunque en el camino también recibió algunos golpes de los enfurecidos allegados a los quiosqueros.
"Gracias a mis vecinos que me defendieron. Ellos siempre colaboraron con nosotros. Esta es la única forma de tener seguridad, resguardarnos entre nosotros", dijo la mujer que tiene su negocio a una cuadra y media de la subcomisaría 67 de Stefenelli.
Finalmente los muchachos se dieron a la fuga y minutos después pudieron ser detenidos por el personal de la Unidad 31, que había concurrido en colaboración de sus colegas policías. Si bien detuvieron a una moto de similares características, ninguno de los protagonistas de esta historia logró identificarlos a los menores por lo que fueron dejados en libertad minutos después.
Ayer, la mujer todavía tenía miedo porque cree que los ladrones pueden volver a buscar algún tipo de venganza y aseguró que -al igual que los vecinos- necesitan más seguridad.