| LA HABANA. - El presidente de Cuba, Raúl Castro, empezará el 1 de octubre a cerrar comedores obreros, creados en 1963 a inicios de la revolución, como parte de su política de ajuste y eliminación de altos subsidios. La medida, anunciada ayer en el diario Granma, se aplicará de forma "experimental" en cuatro ministerios, cuyos empleados recibirán 15 pesos (60 centavos de dólar) para cubrir su almuerzo, en un país donde el salario mensual ronda los 17 dólares, los alimentos básicos tienen fuertes subsidios, y la salud y la educación son gratuitas. Más de 3,5 millones de trabajadores -de 11,2 millones de cubanos- acuden a los 24.700 comedores estatales todos los días, lo que es "un severo gasto para el Estado por los altísimos precios del mercado internacional y la infinidad de subsidios y gratuidades", dijo el diario. El servicio de los comedores obreros es uno de los principales subsidios que ha primado por décadas en un Estado que las autoridades reconocen es paternalista, pero también enorme abastecedor del mercado negro, adonde van a parar toneladas de arroz, frijoles, pollo o aceite. El ministro de Economía afirmó que el descontrol en los comedores es tal que en 2008 se detectó un exceso de productos valorado en 35 millones de dólares. "Se trata de dar, más que de quitar. De abrir las puertas a la racionalidad y al ahorro, de liberar al país de una carga que no puede ni está en condiciones de seguir llevando", dijo Granma, que cifró en 350 millones dólares el gasto sólo en alimentos básicos para los comedores, sin contar energía y mantenimiento de instalaciones. (AFP) | |