PITTSBURGH, EE.UU. (AFP).- El presidente estadounidense, Barack Obama, rehusó descartar la opción militar contra Irán, horas después de haber revelado la existencia de un sitio nuclear secreto en ese país, aunque aseguró que sigue privilegiando la diplomacia.
De este modo, el mandatario norteamericano pareció dejar atrás la línea de acercamiento que le había tendido a Irán apenas asumió el poder.
"El mundo está más unido que nunca ante el régimen de Teherán", aseguró ayer Obama, que había denunciado la nueva planta iraní de enriquecimiento de uranio junto al presidente francés, Nicolas Sarkozy, y el primer ministro británico, Gordon Brown.
"Siempre he dicho que no descartamos ninguna opción en lo que se refiere a los intereses de seguridad de Estados Unidos, pero también volveré a enfatizar que mi opción preferida es resolver esto de forma diplomática", dijo Obama.
"Le corresponde a los iraníes responder", advirtió.
Los países occidentales acusaron ayer al régimen de Teherán de haber desarrollado una planta nuclear secreta y le exigieron acatar las leyes internacionales, so pena de nuevas sanciones "severas".
Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña presentaron "pruebas que demostraron que la República islámica de Irán construyó una planta secreta de enriquecimiento de uranio cerca de Qom (sur) durante años", aseguró Obama.
Aumenta el temor
Irán admitió la existencia de una segunda planta secreta enriquecedora de uranio, acontecimiento que podría aumentar los temores sobre la capacidad de Teherán para producir ojivas nucleares y escalar su enfrentamiento diplomático con occidente.
Los organismos occidentales de espionaje sitúan la planta secreta en las áridas montañas al suroeste de Teherán, cerca de una de las ciudades más reverenciadas por la fe islámica chiíta.
En la cumbre del G20 "tuvimos una muestra sin precedentes de unidad de parte de la comunidad mundial, que dijo que las acciones de Irán plantean graves dudas" sobre las verdaderas intenciones de su programa nuclear, explicó el mandatario.
Los tres países pidieron a la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) una investigación. Alemania se unió a esta declaración, explicó la canciller Angela Merkel, y China y Rusia expresaron también su descontento. "Esa clase de solidaridad no es típica", enfatizó Obama.
El plazo para que Irán responda efectivamente es el 1 de octubre, cuando deberá presentarse a una reunión con los seis países en Ginebra para negociar, con Estados Unidos como interlocutor por primera vez.