Susan Atkins, condenada por el asesinato hace cuarenta años de la actriz embarazada Sharon Tate, murió en una cárcel de California por un cáncer, informaron hoy los medios. 

La antigua integrante de la secta de Charles Manson falleció el jueves por la noche a los 61 años. Desde hace 38 años se encontraba en la cárcel por el asesinato de la esposa del cineasta Roman Polanski.    

Las autoridades habían denegado hace poco la libertad a la mujer pese a su enfermedad. Atkins fue sentenciada a cadena perpetua por haber asesinado a puñaladas en agosto de 1969 a siete personas, junto con otros tres miembros de la "Familia Manson".

Atkins presentó en total 13 solicitudes de clemencia y todas fueron rechazadas. Como consecuencia de su enfermedad, al final tenía medio cuerpo paralizado y le habían amputado una pierna.  

En agosto de 1969 Charles Manson encargó a los miembros de su "familia" los asesinatos.

Atkins se infiltró el 9 de agosto junto con Patricia Krenwinkel, Linda Kasabian y Charles Watson en la mansión de Tate y Polanski en Hollywood. Allí asesinaron a Sharon Tate, que estaba embarazada de ocho meses y otras cuatro personas.

Un día después mataron al rico empresario Leno LaBianca y su esposa.

Como Atkins explicó más tarde, Sharon Tate -considerada entonces una de las mujeres más hermosas del mundo-, fue la última a la que asesinaron, después de disparar y apuñalar a los otros. Querían que la joven de 28 años sufriera.

La policía consiguió dar con la banda de Manson porque Atkins fue encarcelada por sospechosa en otro asesinato y habló con otros presos de lo ocurrido en la mansión de Hollywood.

Durante el juicio, que duró nueve meses, Atkins no mostró ningún arrepentimiento e insistió en su lealtad a Manson, a quien llamó "Jesucristo".

dpa