CHOS MALAL (ACHM).- El Tribunal Superior de Justicia declaró la nulidad de una sentencia de la Cámara de Juicios en lo Criminal de Zapala que absolvía a un profesor de teatro acusado de abuso sexual reiterado (tres hechos) en concurso real en perjuicio de dos adolescentes.

El fallo "padecería de un vicio de fundamentación, esencialmente basado en desvíos lógicos del tribunal sentenciador durante la valoración probatoria", dado que no se tuvieron en cuenta los informes psicológicos, ni el efectuado por el profesor de teatro con respecto al método de las acciones físicas y en que también hicieron un relato "parcializado y entrecortado" de una de las declaraciones de las víctimas, a quien "se le resta credibilidad".

Se trata de un caso que en el 2003 conmocionó a Chos Malal y tuvo como protagonista a Marcelo Rogatky, quien llegó a juicio acusado de abuso sexual reiterado en perjuicio de dos adolescentes del grupo que dirigía.

Los tocamientos se habrían producido en el "contexto de un ejercicio teatral llevado a cabo por el imputado en su rol de profesor de teatro, dirigido hacia sus alumnas y denominado método de las acciones físicas".

La Cámara de Zapala dispuso la absolución del imputado y el fiscal Héctor Trova presentó un recurso de casación que fue admitido por el TSJ. La sentencia, firmada por Oscar Massei, Ricardo Kohon, Eduardo Cía, Antonio Labate y Lelia Graciela de Corvalán da cuenta que la cámara "dispuso la absolución... en tanto existieron divergencias en el relato de una de las denunciantes, a la vez que una testigo presencial contradijo las versiones que aseguraban haber sido abusadas sexualmente".

Pero no se tuvo en cuenta que la testigo, otra alumna de teatro, estaba en "la primera fila, debajo del escenario, no pudiendo ver con claridad lo que sucedía sobre la mesa" y también se omitió consignar que la chica en cuestión "salió a buscar agua caliente, de lo que se deduce que no presenció ´toda la experiencia teatral´ y así "resultaba insuficiente para oponer y desestimar los dichos de la víctima".

"En los últimos catorce años no ha habido un solo informe psicológico en proceso por delitos contra la integridad sexual que concluya en que una menor mienta" señala la sentencia. Resalta que los camaristas descartaron todo el relato de una de las menores porque la misma no recordó "hasta qué punto llegó la mano del imputado durante el ejercicio implementado por el profesor, si lo fue hasta la zona de su pubis o de su vagina".

En uno de los testimonios la víctima dice que el profesor citó a la joven de 15 años y "como un ensayo más él me pidió que me cambiara con la vestimenta del personaje que es un camisón... hasta allí no sentía incomodidad", pero luego todo habría terminado abruptamente cuando la mano llegó a la zona del pubis o la vagina.