| Gruesas gotas de sudor coronadas por una sonrisa: el intenso trabajo del argentino David Nalbandian para su regreso al tenis, un mundo en el que se ve "por lo menos" dos años más, está surtiendo efecto. "Todavía no entreno a full, pero cada día y cada semana voy mejor. Esta semana en Barcelona es importante, porque me estoy haciendo chequeos para ver cómo evoluciono. Por ahora va por suerte todo bien", dijo durante una entrevista con la agencia dpa el ex número tres del mundo. El otoño (boreal) es aún una mentira en Barcelona, que le ofrece a Nalbandian soleadas y veraniegas mañanas para recuperarse de la operación del labrum, una inserción de tendones en la cadera que lo martirizó durante largo tiempo. "Ahora está mejor la cadera que antes, hay que ver cómo reacciona en la competencia. En teoría, con ciertos cuidados debería estar bien para jugar. Está bastante normal", explicó a dpa el número dos del tenis argentino, que a mediados de este año decidió operarse de la cadera, en la que arrastraba dolores desde hacía largo tiempo. "Cuando sacaba tenía una puntada, y en otros movimientos era como si tuviera clavado un cuchillo todo el tiempo. No era un movimiento en particular, era todo, hasta para manejar. Era complicado", recuerda con cierta tristeza por lo perdido. Pese a que a sus 27 años tiene más pasado que futuro en el tenis, Nalbandian está convencido de que aún tiene en sus manos la posibilidad por la que desde siempre luchó, la conquista de un torneo de Grand Slam. "Tengo que ver cómo vuelvo con la cadera, pero los objetivos siguen siendo los mismos, aunque no son fáciles". Finalista de Wimbledon 2002 y semifinalista al menos una vez en cada uno de los restantes torneos de Grand Slam, Nalbandian logró su gran éxito con la conquista del Masters de Shanghai en 2005, un torneo en el que derrotó al suizo Roger Federer en la final. Hace menos de dos semanas vio cómo su compatriota Juan Martín Del Potro ganaba con 20 años el US Open, la misma edad que tenía Nalbandian en aquella final de Wimbledon perdida ante el australiano Lleyton Hewitt. "Juan Martín lo consiguió, increíble, tuvo una semana espectacular. Pero no es fácil lo que hizo, para nada", advirtió. ¿Ver a Del Potro ganando un Grand Slam lo ayuda a sentir más cercano el sueño de ser campeón en un grande? Nalbandian reflexiona unos instantes. "Influirme en motivación, no... Te influye en que te pone contento que sea un argentino, lo prefiero a un europeo o cualquier cosa. Eso está más que claro". "Pero no veo que sea un empujón para decir 'si él puede, yo puedo'. Yo ya lo viví, estuve en esas finales, en esas circunstancias, sé lo que hay que hacer. No es que me diga 'nunca pude' y me vea reflejado en él para hacerlo. Simplemente es un orgullo que sea compañero mío y lo haya podido ganar". Nalbandian tiene tiempo para intentar emular a Del Potro, de 21 años, pero con la experiencia de casi una década como profesional, sabe que lo peor que podría hacer es intentar el regreso antes de tiempo. "Por más bien que me sienta, hay algo que no cambia: vuelvo al circuito en enero, no antes". Claudio Galasso, su preparador físico, ofrece un sonriente "bien, muy bien", cuando se le pregunta cómo está Nalbandian. Acompañado en Barcelona por su novia Victoria, el tenista tiene ya diseñado en su mente el futuro. No será un Fabrice Santoro, "eterno" en el tenis, tampoco un Guillermo Vilas, incapaz de alejarse aunque sea un poco de aquello que lo llevó a la fama. ¿Cuánto le queda al Nalbandian tenista? "Dos años, por lo menos. Tres años, seguro. Hasta los 30... Yo creo que dos años voy a jugar, y voy a ver cómo voy evolucionando". El 1 de enero de 2010, cuando encare su regreso al circuito, cumplirá 28 años. Si el físico se lo permite, el 2010 y el 2011 verán a un Nalbandian plenamente concentrado en el circuito. Y es lógico pensar que también parte del 2012, ya que en agosto de ese año Wimbledon será sede del tenis en los Juegos Olímpicos de 2012. Dos oportunidades en menos de dos meses para que Nalbandian se consagre en el All England, en ese césped que tanto disfruta. ¿Y después? Está claro: habrá ruido de motores, el Nalbandian piloto de rally estará ya esperando en la línea de largada. "Sí, después en algún momento lo voy a hacer. Pero no como profesional, no. ¿Carlos Sainz? No, no...", dice riendo. "Quiero divertirme, hobby total. ¿Organizar el Rally de Córdoba? No, hay que trabajar demasiado, trabajar demasiado, y sin plata". Y el Nalbandian "reloaded", recargado, vuelve a reír. DPA | |