VIEDMA (AV).- A 20 días de la delicada intervención cardiovascular Aimé, la beba prematura que nació en el Zatti con apenas 610 gramos, evoluciona satisfactoriamente. Cuando fue sometida a esta operación pesaba apenas un kilo y ahora ya aumentó 400 gramos.
El jefe del servicio de Neonatología del Zatti, Alejandro Herce, confirmó que de la cirugía cardiovascular la beba está recuperada, destacando que a los dos días se le retiró el respirador artificial y a los cuatro el oxígeno.
No obstante, como es frecuente en los bebés prematuros, Aimé presenta ahora una afección en las retinas por inmadurez de las mismas y es probable que requiera de otra intervención, menor y con láser. Para ello deberá ser trasladada a otro centro de atención de mayor complejidad con la diferencia que en esta oportunidad se encuentra en otras condiciones para enfrentar un nuevo desafío. Ayer era evaluada esta posibilidad.
Única en sobrevivir
Aimé nació el 8 de julio de un embarazo múltiple y fue la única de las tres bebas que logró sobrevivir. Cuatro días antes de cumplir los dos meses y cuando recién pesaba un kilo debió ser sometida a una cirugía cardiovascular. Ante su estado de vulnerabilidad y para evitar cualquier riesgo la operaron en la misma cunita que ocupa en la sala de Neonatología del Zatti dos especialistas con reconocimiento internacional del Garrahan. Con lupas, Horacio Vogelfang y Gerardo Naiman fueron los encargados de ligar un ductus arterioso persistente en la zona del pequeñísimo tórax de la beba.