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	El precio de los alimentos es el eje de la controversia sobre los índices.

El consultor Ernesto Kritz aseguró que los técnicos del Indec subvalúan el valor de los alimentos que integran las canastas que miden la pobreza y la indigencia para mostrar una mejora en los indicadores. En un informe de la Sociedad de Estudios Laborales (SEL), Kritz asegura que la canasta de básica de alimentos que mide la indigencia "valuada con los precios relevados en forma independiente en el mercado, es 58% más cara que la reportada por el Indec". Según el organismo oficial el 13,9 % de los argentinos vive en la pobreza y de ese total el 4% es indigente. Consultoras estimaron que los porcentajes reales duplican y hasta triplican esos datos.

La medición de las líneas de pobreza e indigencia se realizan en base a la Canasta Básica Total (CBT) que mide el valor de los alimentos mínimos y los servicios indispensables para un adulto de 35 años y la Canasta Básica de Alimentos (CBA) que incluye solo la comida. Kritz advierte que "para la familia tipo, la línea de indigencia según el Indec es en agosto de 453 pesos, mientras que con los precios relevados en forma independiente llega a 716". "Por su parte, la línea de pobreza reconocida para esa misma familia por el Indec, alcanza a 1.025 pesos, en tanto que con los precios del mercado sube a 1.618", aclara Kritz.

En tanto, la Iglesia volvió a contradecir el índice oficial y pidió a "toda la dirigencia", gubernamental y empresaria, que se sume a la lucha para mejorar la situación, aunque les toque alguna vez "perder un poco". El arzobispo de Santa Fe, monseñor José María Arancedo, aseguró ayer que la pobreza "de un tiempo a esta parte comenzó a crecer, a punto tal que hoy estamos con un índice muy alto que golpea de modo especial a la niñez", agregó. Paralelamente, el obispo de Bariloche Fernando Maletti, advirtió que "no está mal que alguna vez les toque perder un poco" a los sectores más privilegiados.