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Comunicación, abnegación y silencio | ||
Por Juan Carlos Bergonzi* |Ver ESPECIAL MULTIMEDIA| | ||
El método de convocatoria a los abnegados voluntarios tal vez no fue el mejor pero era el único posible para el tiempo de su instalación. ¿Qué podría haber hecho la tecnología de más de cincuenta años atrás? Por entonces las redes telefónicas eran escasas y, disponer de una línea fija no hubiera sido funcional a las demandas operativas. Una red de radiocomunicaciones demasiado costosa y con limitantes de uso. La radiodifusión pública, utilizada para llamados colectivos habría confundido al propio cuerpo y, de manera apreciable, a los testigos ocasionales de las alertas. Un aviso de este tipo angustia a la población. Inquieta, crea incertidumbre y conductas equívocas. Recuérdese el clásico de acompañar la salida de equipos con destino a sofocar un incendio, o auxiliar heridos de accidentes, los trastornos que produjo en la labor de los voluntarios. A pesar de la pertinencia del cambio, no todos estarán acordes con el mutismo de la sirena del cuerpo de Bomberos de Roca. Es natural. Para los mayores, no residentes en el entorno de la calle Belgrano y el paseo del canalito, es posible que asome un dejo de nostalgia. Por muchas décadas el sonido estridente indicó que había que actuar con rapidez ante urgencias. . Aluviones, incendios, accidentes se informaban no sólo a los bomberos. Todo un pueblo se anoticiaba de una contingencia a enfrentar. Existió, en las imprevistas llamadas, un toque diferenciador que encodificaba las características del suceso. Fue parte de la cultura y la comunicación de los roquenses. El sueño reparador de las madrugadas llegó a ser interferido por el ruido del artefacto. Despertar y comprobar que en el propio hogar no pasaba nada anormal construyó, de alguna manera, una forma de combatir un momento de intranquilidad. El sonido diurno, lejos de casa, alarmó a mas de uno con la duda ¿me afecta directamente? El proyecto de creación de un Cuerpo de Bomberos, liderado por Walter Kaufmann, ofrece un extenso recorrido de magnánimo servicio público durante un gran tramo del siglo XX. y los primeros diez años del actual milenio. Es una marca positiva en las iniciativas ciudadanas. Se observó y se registra el esfuerzo y el carácter de estar a disposición de los demás en tareas calificadas, de riesgo personal y colectivo. La tecnología comunicacional de los últimos veinte años ha transformado la forma de interactuar de los seres humanos. Desde los útiles mensajes de LU 18 que ayudaron y colaboran a despejar incógnitas con qué sucedía y dónde hasta el sistema de intercomunicación adoptado, los cambios fueron manifiestos. Somos parte de una sociedad humana amigable con las novedades en formas y estilos de comunicación personal y social. La sirena integra el universo de herramientas de comunicación del pasado. Para muchos quedará en su memoria social y cultural pues en sus vidas cotidianas, el ruido de alerta era una compañía. ¿Como conectar estas circunstancias con algo perturbador? Son los símbolos y señales que utilizó una ciudad que se transforma, se moderniza, y se atiene a las reglas de la ecología comunicacional. Los jóvenes, nativos de la era digital, le otorgarán baja trascendencia al nuevo modelo de convocatoria bomberil. Afectos a la tecnología móvil en red el tema sólo tendrá interés informativo. El salto adelante ha sido dado. Los vecinos, que vivieron con paciencia la invasión disonante, gozarán de la tranquilidad por años reclamada. Quedan otras contaminaciones sonoras para considerar. Desde la costumbre de encender los viejos altoparlantes en la principal arteria comercial, remedando propaladoras de los cincuenta, hasta escapes estridentes de motos y vehículos. Estos últimos, a diferencia de la sirena de marras, no notifican a voluntades solidarias dispuestas a atender urgencias, sofocar fuegos destructivos o socorrer accidentados. Divulgan indolencia por lo comunitario y deseos de insensible protagonismo a costa de la salud ciudadana. El espíritu de servicio del cuerpo de Bomberos Voluntarios continuará consolidado Sus perceptibles acciones son el mejor marketing social con la comunidad a la que pertenece. El silencio de la sirena no los excluirá de la aprobación de los habitantes. Los medios de comunicación acentuarán la tarea de dar cuenta, con rigor noticioso, de sus misiones y resultados.
*Profesor investigador | ||
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