Jueves 24 de Septiembre de 2009 Edicion impresa pag. 21 > Internacionales
Represión a marcha deriva en caos y saqueos
Incidentes en 50 lugares distintos del país dejaron un muerto y cientos de heridos. En medio de los disturbios, robaron en supermercados y destrozaron comercios.

TEGUCIGALPA.-  Dos hombres murieron en Honduras en disturbios ocurridos tras el retorno del depuesto Manuel Zelaya al país el lunes, informó ayer la Policía.

El portavoz de la Policía Nacional, Orlin Cerrato, dijo a medios locales que un hombre murió ayer en un hospital del Instituto Hondureño de Seguridad Social, tras resultar herido la noche del martes en un enfrentamiento con agentes antimotines en Tegucigalpa.

El otro muerto es un activista del movimiento de resistencia contra el golpe de Estado que participaba una protesta en un sector de barriadas de la capital, dijo Cerrato, que indicó que desconocía cómo murió.
En medio de esta situación, la Organización de Estados Americanos decidió anoche enviar a sus embajadores para intentar mediar en el conflicto.

El gobierno de facto reprimió ayer con gases lacrimógenos y garrotazos una manifestación en apoyo al presidente derrocado, mientras la convulsión en Tegucigalpa crecía tras registrarse la muerte de un adolescente, saqueos a negocios y disturbios, algunos cometidos bajo un toque de queda.

Miles de simpatizantes de Zelaya aprovecharon la suspensión por unas horas del toque de queda para mostrar el apoyo a su líder, pero fueron impedidos por las fuerzas de seguridad de avanzar hacia la embajada de Brasil, en donde el mandatario derrocado se encuentra refugiado desde el lunes.
Ante la imposibilidad de llegar al recinto diplomático, la marcha se encaminó al parque central en donde la policía los dispersó.

En medio de los disturbios fueron destruidos los ventanales de varios restaurantes de comida rápida.
Al menos dos personas fueron detenidas por los incidentes, según reportes preliminares de la policía.
Entre la noche del martes y la madrugada del miércoles, grupos de ciudadanos desafiaron el toque de queda vigente desde el lunes y se enfrentaron con autoridades en al menos 50 lugares distintos, en incidentes que dejaron al menos un muerto y 113 detenidos, se informó oficialmente.

El vocero del ministerio de Seguridad de facto, Orlin Cerrato, acusó a los protagonistas de los desórdenes de ser partidarios de Zelaya a quienes atribuyó actos de vandalismo y saqueos.

El Pedregal, uno de los barrios donde hubo saqueos, en el sur de la ciudad, lucía como una zona de guerra con barricadas que impedían el tránsito y donde los periodistas solo pudieron ingresar en grupo. Allí, cientos de personas arrasaron entre la noche del martes y la madrugada del miércoles dos supermercados, una venta de electrodomésticos, una sucursal bancaria y una distribuidora de teléfonos celulares.

Ante tal incertidumbre, el Grupo16, que abarca las naciones más ricas del mundo, exhortaron a las partes en conflicto al diálogo, que estimó ``es la única vía de solución de la crisis que atraviesa Honduras''.
Llamó a ``evitar la confrontación, proteger la seguridad y garantizar el respeto a los derechos humanos del pueblo''.

Zelaya, derrocado el 28 de junio, denunció que el gobierno de facto está ``bombardeando (la embajada brasileña) con químicos y con señales electrónicas de alta frecuencia que nos están afectando la salud a todos''.

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