NUEVA YORK.- En un mensaje directo al presidente de la República Islámica de Irán, Mahmoud Ahmadinejad, la presidenta Cristina Kirchner repudió ayer la designación de uno de los imputados en la causa por el atentado a la AMIA como ministro de ese país y volvió a reclamar la extradición de funcionarios iraníes solicitada por la justicia argentina.

Al disertar ante la 64° Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), la jefa del Estado volvió a pedir por las Malvinas, abogó por un acuerdo entre Palestina e Israel y lanzó duros cuestionamientos contra el gobierno de facto de Honduras.

A su vez, defendió la libertad de expresión, al destacar la iniciativa oficial que propugna la despenalización de las calumnias e injurias en el caso de la prensa, y volvió a pedir la construcción del multilateralismo como única solución de los problemas internacionales.

Tras recordar los pedidos efectuados a Irán ante la ONU para que extradite funcionarios imputados en la causa que investiga el atentado a la AMIA, la mandataria aseguró: "Nada de esto ocurrió, sino que este año uno de los funcionarios cuya extradición era solicitada por el fiscal fue ascendido al grado de ministro".

"Sé que tal vez dentro de cuatro, cinco o 15 oradores haga uso de la palabra el presidente de Irán. Seguramente volverá, tal vez, a negar tragedias históricas que Occidente ha sufrido durante el siglo XX, invocará la amenaza de otros imperialismos y también invocará a Dios. Quiero decirle que la Argentina no es ni por historia ni por convicción un país imperialista. Es un país que ha sufrido, en su origen, el rigor colonial. Quiero decirle que yo como él también creo en Dios, tal vez en credos diferentes. Pero en definitiva creo que ninguno de los dos creemos que Dios pueda obligarnos a no cumplir con la Justicia", advirtió.

Enseguida, continuó: "Por eso, humildemente voy a volver a reiterar, una vez más, ese pedido de lograr que los funcionarios a los que la justicia argentina les asigna responsabilidades puedan ser extraditados para ser juzgados".

"Golpe cívico mediático"

La presidenta inició su discurso con un fuerte repudio contra el gobierno de facto de Honduras, que encabeza Roberto Micheletti, por la actitud asumida contra las embajadas de la Argentina y Brasil, donde se encuentra hospedado el presidente derrocado Manuel Zelaya.

"Estamos ante un golpe cívico y mediático que ha sido minimizado. Definir multilateralismo va a exigir acciones y reglas concretas para que todos tengamos los mismos parámetros a la hora de juzgar conductas y situaciones institucionales", aseveró.

La presidenta también volvió a reiterar el pedido por la soberanía de las islas Malvinas. Al reiterar su idea de que es necesario "que haya reglas comunes que sean respetadas por todas las naciones", Cristina Kirchner aseguró: "Es insoslayable señalar la situación de nuestro país, donde aún tenemos un enclave colonial, nuestras islas Malvinas. Sigue sin poder abordarse la cuestión de la soberanía". (AFP y Télam)