Jueves 24 de Septiembre de 2009 Edicion impresa pag. 27 > Sociedad
De Choele a las Sordolimpíadas de China
Juan Maldonado cosechó varios récords mundiales en las olimpíadas especiales para sordos en Taipei. Logró su objetivo de viajar gracias a la ayuda de la comunidad a la que pertenece.

CHOELE CHOEL (AVM).- Juan Maldonado vive en una casa de barrio, sobre un pasaje de tierra cerca de la escuela primaria 280 de Choele Choel. Nunca imaginó poder llegar al Olimpo de los mejores atletas del Planeta. Pero estuvo allí. Sabe que lo que hace fuerte a un atleta no son sus victorias sino su corazón, que nunca se rinde ni ante los obstáculos que a veces pone la vida.

Con 22 años se convirtió en uno de los nadadores sordos más veloces del país al haber roto varios récords argentinos, pero no lo hizo en el país sino en las vigésimo primeras "Sordolimpíadas" realizadas en Taipei, República Popular de China.

Cuando tenía apenas un año y siete meses Juan sufrió de meningitis. La enfermedad que casi le cuesta la vida le dejó secuelas, como una sordera total que fue detectada tiempo después. En aquellos años, los educadores le recomendaron a su madre que lo enviaran a la Escuela Especial 8, aún cuando no tenía problemas de aprendizaje. Si bien, ahora la familia ve que Juan tendría que haber sido aceptado en el sistema común, fue un paso fundamental para su desarrollo deportivo.

"Juan siempre hizo deportes desde chico. Pero desde allí hace como 3 años lo llevaron a natación", mencionó su hermana Soledad que actúa, dijo entre risas, de "representante". Ella en realidad es quien le traslada las preguntas a Juan y retransmite las respuestas, mientras él mira con asombro y sorpresa.

Ya destacaba en natación, cuando a mediados de este año fue invitado a participar del torneo selectivo para poder ser parte de la selección nacional y poder ir a las Olimpíadas. Quedó quinto y dentro de "Los Pulpos" para poder ir a Taipei, pero debía costearse los pasajes hasta China dado que el Estado sólo pagaba a los 4 primeros. "Tendrían que conseguirse un sponsor o alguien que los banque", fueron las palabras de los seleccionadores.

Ahí comenzó la odisea para la familia. Cada comercio, el municipio, concejales y vecinos de distintos barrios de Choele colaboraron para juntar los 10 mil pesos que costaban los pasajes y los 600 de la visa. A finales de agosto Juan se instaló en el Cenard (Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo), a entrenar con la selección.

A principios de setiembre la delegación argentina, compuesta por 6 nadadores y 3 personas del cuerpo técnico partieron hacia China.

En las Olimpíadas participaron 4 mil atletas representando a 81 países. Mientras muchos de los atletas que tienen esta discapacidad son becados por sus gobiernos, Juan debió afrontar que en Choele Choel por ejemplo no hay ni siquiera un consejo para discapacitados. "Nosotros descubrimos hace poco que Juan podía viajar gratis. Es que nadie te orienta ni sabés muchas veces qué hacer", dijo Soledad.

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