Se creyó impune. Y relató como hazañas sus acciones en la dictadura militar. Por eso, la justicia argentina pudo ubicarlo y ahora deberá sentarse al banquillo de los acusados por torturas y asesinatos en los "vuelos de la muerte".
El ex teniente y aviador de la Armada Julio Alberto Poch, actual piloto civil, fue detenido el martes en Valencia, España, a pedido del juez federal argentino Sergio Torres, que investiga si el ex militar comandó los operativos mediante los cuales la Marina arrojó al mar a prisioneros en la ESMA. La detención del ex oficial de la Armada, que en los años 80 se fue a Holanda y obtuvo la ciudadanía de ese país, se concretó en el aeropuerto Manises, de Valencia, adonde aterrizó comandando un avión de la compañía de vuelos baratos "Transavia" de KLM-Air France.
El sospechoso habría contado a varios de sus actuales colegas que tuvo a su cargo los llamados "vuelos de la muerte".
"Puedo confirmar que el piloto de la aerolínea Transavia fue detenido en Valencia", indicó en Amsterdam el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Herbert Brinkman. El canciller Jorge Taiana manifestó su "satisfacción por el trabajo conjunto entre la Argentina y Holanda" y, agradeció "a su par holandés, Maxime Verhagen, por las gestiones políticas y diplomáticas" para la detención.
Poch tiene 57 años. Entre 1969 y 1972 cursó la Escuela Naval Militar, en Río Santiago, y luego se especializó en el arma de la aviación naval, adonde llegó al grado de teniente de fragata. Se retiró el 1 de febrero de 1981, según informó la Subsecretaria de Derechos Humanos.
Las fuentes judiciales precisaron que quedó involucrado en la llamada "megacausa ESMA" a partir de una investigación que realizó en Holanda, en diciembre de 2008, el juez Torres, que viajó a tomar testimonios a varios pilotos aéreos, compañeros actuales del ex marino, y luego de ello ordenó su captura internacional, el 25 de febrero último.
En ese viaje, el magistrado escuchó en la ciudad de Amestelveen a un aviador colega de Poch decir que durante una cena en Bali, Indonesia, el acusado habría confesado su participación en los "vuelos de la muerte" y precisó: "Exactamente me dijo cuando a bordo de su avión se echaba fuera de la borda personas con vida con el fin de ejecutarlas". También contó que el ex marino justificó los "vuelos de la muerte" como forma de eliminación porque, según él, "se trataba de terroristas". Torres también interrogó a un copiloto de Poch, quien recordó un viaje internacional en el cual el ex marino expresó que "deberían haber matado a todos" y estimó que el aviador "debe haber tenido cierta responsabilidad ya que cuando uno vuela con personas a bordo la responsabilidad es del piloto".
