| La película argentina de Juan José Campanella, que ayer entró en competencia en el Festival de San Sebastián, sedujo y puso a sus pies a los críticos españoles, quienes la recibieron con elogios y dijeron, entre otras cosas, que "es la fórmula perfecta del cine emocional". Es exactamente eso: la fórmula perfecta del cine emocional, quizás sentimental", escribe el crítico Luis Martínez, del diario El Mundo, y sostiene que "entre tanto cine en prosa que, justo es decirlo, no pasa de prosaico, lo de Campanella es aire puro y fresco, que da más gustito". "El director invita al espectador a reír, a llorar, a emocionarse. Y lo hace siempre con el respeto debido. Cuestión de educación y, sobre todo, de gracia", agregó Martínez. Por su parte, el enviado del diario El País, Carlos Boyero, señaló en su texto que "al terminar, me quedo en la butaca con sensación de felicidad hasta que desaparecen los últimos títulos de crédito y recuerdo con agradecimiento momentos mágicos que me han colocado un nudo en la garganta". "Tengo la impagable sensación de que me afecta y comprendo profundamente lo que le ocurre a esos personajes, me admira la capacidad del autor para combinar con fluidez, tensión, armonía, dureza y verosimilitud el cine negro y la tragedia sentimental, la violencia y el tono auténticamente lírico", dijo Boyero. También agradeció que "el extraordinario guión no presente ninguna fisura, que te revele tantas cosas con intensa sobriedad de lo que ocurre en el cerebro y en el corazón de esa gente, que nada en esas imágenes y en esos diálogos te suene a falso, manipulador o sobrecargado, que te atemorice, te emocione y te haga reír cada vez que se lo propone". "Estamos en el territorio del gran cine, del clasicismo, de un universo tan rico como complejo en el que todo tiene sentido, te envuelve, te sugiere, te implica y te conmueve", aseguró. En tanto, el crítico de ABC, Ernesto Rodríguez Marchante, afirmó que "El secreto de sus ojos" se ve "como siempre quisieras ver una película, con toda la sala riendo en el momento adecuado, entregándose cuando ha de ser y no importándole, al final, que las luces lo sorprenda aplaudiendo". Para Rodríguez Marchante, el filme de Campanella "tiene exactamente todo lo que debería de haber tenido la película de Fernando Trueba ("El baile de la Victoria", que se vio fuera de concurso), empezando por el mejor Darín posible, ése que dice los textos como si realmente los hubiera escrito él". Télam | |