| SAN SEBASTIÁN (DPA).- No importó que amaneciera lloviendo a cántaros: con una barba algo desaliñada y gafas de sol, Brad Pitt firmó autógrafos a cientos de fans y, sonriente, siguió saludando después entre los gritos de quinceañeras a su llegada al Kursaal, el centro neurálgico del Festival de San Sebastián. Entre risas y denotando una enorme complicidad con el director Quentin Tarantino, ambos presentaron "Malditos bastardos". Aunque no opte a la Concha de Oro, el público agotó las entradas para ver el filme. | |