Domingo 20 de Septiembre de 2009 Edicion impresa pag. 31 > Policiales y Judiciales
Lo acusan de intentar asesinar a su hijo con un cuchillo
El imputado es un hombre de Fernández Oro de 65 años. La jueza García García lo procesó con prisión preventiva.

CIPOLLETTI (AC).- "Venga m´hijo que tengo que hablar con usted", le habría dicho Luis Aurelio González Curiche a su hijo para lograr que se acercara a él y luego apuñalarlo. Como las heridas pusieron en riesgo la vida de la víctima, la jueza María del Carmen García García decidió procesar al padre como presunto autor de "homicidio agravado por el vínculo en grado de tentativa". Además, le dictó prisión preventiva.

El hecho ocurrió el 31 de agosto, alrededor de las 23.30, en una casa del barrio Puente 83 Sur, en jurisdicción de Fernández Oro. La justicia presume que González Curiche, de 65 años, habría intentado dar muerte a su hijo utilizando un cuchillo.

El imputado se encontraba sentado en una habitación, atándose los cordones de los zapatos, cuando le habría dicho: "venga m´hijo que tengo que hablar con usted". Aprovechando la proximidad, lo atacó.

Presumen que le dio una puñalada en la zona toráxica izquierda primero para luego continuar tirándole diversas puñaladas mientras caía. El hijo sufrió heridas en el tórax, brazo y muslo, que le provocaron una gran pérdida de sangre, "con riesgo de vida". Luego del ataque la víctima logró pedir auxilio a sus familiares en otra casa ubicada en el mismo barrio. Estuvo en terapia intensiva en una clínica privada de Cipolletti en estado grave.

El imputado prefirió no hacer ningún descargo cuando lo llamaron a indagatoria. Para la jueza el relato de la víctima y el de testigos inmediatos fueron "claros y contundentes" para describir el accionar del imputado. A los indicios le sumó el secuestro del arma blanca que habría sido utilizada en el ataque y que estaba en el domicilio.

Aparentemente desde hacía tiempo González Curiche habría planeado agredir a su hijo. Es más: cuando un familiar habría ido a reprocharle inmediatamente después del ataque, el hombre le habría dicho con frialdad que "tenía ganas de matar".

Por eso, más allá de valorar las heridas que padeció la víctima, para la jueza no quedaron dudas de la intencionalidad del agresor, del dolo directo, de su propósito frustrado de producir la muerte de su hijo.

García García consideró que debía dictarle la preventiva por la gravedad del hecho, la presunción de culpabilidad y la peligrosidad evidenciada en el hecho.

Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí