El invicto rionegrino Sebastián Heiland (70,500 kilos) se consagró campeón latino CMB interino de los medianos al doblegar a su comprovinciano Gastón Vega (70,700) por puntos en fallo unánime tras diez rounds.
El choque entre ambos fue el principal de la velada boxística que se realizó en el Estadio Gimena López de General Roca, Río Negro. Las tarjetas del jurado sumaron 97,5-96; 98,5-94,5 y 98-95 a favor de Heiland.
Es cierto que el pleito comenzó desfavorablemente para "El Gaucho", radicado en Pigüé, pero sólo le llevó dos asaltos de especulación descifrar los movimientos del local. Después de eso, el duelo fue pareciéndose cada vez a una paliza a medida que transcurrían las vueltas y Vega iba pagando, con dolor y lesiones, la osadía de subir de división para buscar el título frente a un mediano natural y poderoso.
Frente a la mayor envergadura física, potencia y capacidad de absorción del favorito, Vega tuvo poco además de valor y aguante, por lo que su derrota pudo haberle costado mucho más. Una derrota que el propio Heiland no quiso precipitar, notablemente, por las grotescas inflamaciones que acusaba el rostro de su castigado adversario, quien no sólo fue víctima de un boxeador más dotado, sino también de la pasividad del árbitro Daniel Rodríguez, del médico de turno y hasta de su propio rincón.
A lo sumo, el pleito debería haberse prolongado hasta el octavo capítulo, segmento a partir del cual el perdedor apenas estuvo en condiciones de encimar y amarrar a su rival para evitar así descargas de largo recorrido. Es más, en el noveno episodio se produjo una cuenta de protección, pero quienes debieron arrojar una toalla, optaron por darle al anfitrión la chance de acertar un golpe milagroso.
El promisorio Heiland acumuló a los 22 años 13 victorias en igual cantidad de combates profesionales, siete de ellas antes del límite. En tanto, Vega dejó de ser invicto a los 26 y es dueño de un registro que ahora incluye nueve triunfos (tres nocauts) y un revés. DyN.-